Un centenar de enfermos de cáncer corre el riesgo de sufrir un retroceso en la lucha contra su enfermedad tras la interrupción de su tratamiento con radiación por daños en dos aceleradores lineales del Hospital México.
Según especialistas consultados por La Nación, interrumpir los tratamientos representa un riesgo para el control del cáncer y en el pronóstico de supervivencia de los enfermos.
En tumores epidermoides de cabeza y cuello, pulmón y cuello uterino, por ejemplo, cada día de interrupción disminuye hasta en un 1,5% el control tumoral.
Si la interrupción se prolonga una semana, como se prevé en este caso, se disminuye en más de un 10,5% la posibilidad de control de la enfermedad, comprometiendo incluso la supervivencia de aquellos enfermos en situación más delicada.
El lunes, la jefa del servicio de Radioterapia del Hospital México, Lisbeth Cordero, confirmó que ya había un grupo de pacientes con tratamientos iniciados cuando se dio el fallo en los equipos.
Los desperfectos en los aceleradores se registraron el fin de semana anterior y son atribuidos por el hospital a supuestos apagones en el servicio de electricidad, sucedidos el sábado.
El dato sobre la cantidad de pacientes afectados lo confirmó el Hospital México por medio de su oficina de prensa, lo mismo que la aparente causa de los daños.
Los equipos afectados son el Varian 3 y Varian 4. En estos aceleradores se realizan los tratamientos más complejos, que exigen más tiempo de exposición de los enfermos a la radiación.
Ante la versión hospitalaria, la gerenta de Infraestructura y Tecnología de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Gabriela Murillo Jenkins, aclaró que estos aparatos tienen protectores eléctricos “pues son equipos muy sensibles”.
“Tendríamos que indagar más a fondo con un ingeniero especializado para poder confirmar el origen del problema que se presentó”, respondió Murillo ante consulta de este diario.
Luis Fernando Andrés, director de Distribución de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), informó preliminarmente de que no ha recibido reportes sobre problemas en el sistema eléctrico en esa zona, el sábado.
Sin embargo, aclaró que verificará la situación este miércoles para ver si dependencias de la CNFL tienen algún registro de problemas en el fluido eléctrico.
Llamada de atención
Esta es la segunda interrupción que trasciende en menos de un mes. El 7 de setiembre, un equipo detuvo su operación y dejó a unos 15 pacientes sin irradiación.
El físico médico del servicio de Radioterapia, Estiven Arroyo, advirtió en junio que el uso intensivo de los aceleradores (24 horas, seis días a la semana) podría conllevar a este tipo de situaciones, con la desventaja que ahora no hay otros aparatos de respaldo que permitan continuar las terapias de los pacientes.
Los aceleradores eliminan tumores con el uso de radiación. Son utilizados en personas que han sido sometidas a operaciones o en quienes tienen tumores que no pueden ser extirpados en el quirófano.
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Los servicios de radioterapia de la Caja entraron en crisis en junio pasado, cuando trascendió la existencia de una lista de espera de casi 800 enfermos de cáncer, quienes aguardan más tiempo del recomendado por los protocolos médicos para recibir este tratamiento.
La situación se agudizó tras la salida de operación de la unidad de cobalto del Hospital San Juan de Dios. Este aparato ya no recibirá más pacientes; ahora, todos son enviados al Hospital México, donde está el centro de radioterapia de la Caja.
Como medida de contingencia, desde entonces se están atendiendo pacientes las 24 horas del día, de lunes a sábado.
Este asunto, además, está entre las prioridades del presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya Hayes, quien en su primera conferencia de prensa garantizó que se estaban buscando "todas las opciones (...) La solución a largo plazo es tener todos los aceleradores lineales que ocupa la seguridad social instalados, pero todos sabemos que eso no va a ocurrir mañana”.
La nueva interrupción de los servicios, provocó que la Defensoría de los Habitantes hiciera la mañana de este martes un nuevo llamado a las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para que apuren las acciones que identificó hace unos meses, para resolver la crisis desencadenada a mediados de año en sus servicios de Radioterapia.
Entre esas medidas, está la compra de nuevos aparatos para reemplazar los cuatro que actualmente tiene la Caja.
Esta semana, dos de los cuatro aceleradores de la CCSS salieron de funcionamiento por fallos en los equipos. En uno de los aparatos ya se diagnosticó el problema y los repuestos están en aduana esperando su desalmacenaje.
En el otro aparato, el diagnóstico para detectar la causa del desperfecto todavía está en proceso.
"Se trata de una situación que afecta la calidad de vida de estos pacientes, propiciando vulnerabilidad de los derechos fundamentales a la salud, a la seguridad social y a la vida en condiciones dignas.
“Si bien las autoridades de la CCSS han informado de la realización del diagnóstico a los equipos afectados y la adquisición de los repuestos requeridos, son episodios de deterioro que pudieran estar ligados a la situación de crisis”, menciona la Defensoría.
La CCSS todavía tiene pendiente resolver el tema de la compra temporal de servicios privados, una acción que se realizaría mientras se compran e instalan los nuevos aparatos.
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En camino está también la adquisición de equipos para irradiar sangre.
El gerente médico de la CCSS, Roberto Cervantes Barrantes, le informó a la Defensoría de que se actualizará la proyección de necesidades de aceleradores para los próximos años.