Los sindicatos lanzaron este miércoles, nuevamente, la caña de pescar en el Congreso y les pidieron a los diputados incluirse en el diálogo que han tenido por varios días con el Gobierno.
Los huelguistas exigen detener la reforma fiscal, petición que la administración de Carlos Alvarado no les concedió. Más bien, el mandatario afirmó el martes que el proyecto debe aprobarse durante el mes de octubre de forma “indispensable”.
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El requerimiento a los diputados se plasma en una carta firmada por una de las voceras de la Unión Sindical y Social Costarricense (conglomerado de sindicatos en huelga), Martha Rodríguez, González, donde alega que la inclusión de los voceros de las siete fracciones legislativas es fundamental para que sus pretensiones tengan algún eco.
“Albergamos la esperanza de que ustedes pudieran jugar un rol protagónico en abrir espacios de diálogo, a fin de garantizar el éxito de la negociación, adicionalmente que pudieran abrir canales de comunicación entre el Poder Legislativo, por medio de los jefes de fracción, y la Unión Sindical y Social Nacional, con el fin de garantizar darle viabilidad a una negocación sobre el expediente 20.580”, dice la carta.
En la nota, los sindicalistas piden que los jefes de fracción y la presidenta de la Asamblea Legislativa, Carolina Hidalgo, los reciban en una "audiencia formal".
La carta va dirigida precisamente a los representantes legislativos de los partidos y la entregan precisamente el día en que de nuevo se moviliza una marcha en contra del plan fiscal desde varios puntos de la capital y en que se realizan bloqueos o medidas de tortuguismo para entorpecer el tránsito vehicular en varios puntos de la Gran Área Metropolitana.
Aunque el diálogo entre sindicalistas y el gobierno es apenas el acercamiento preliminar a una eventual negociación de fondo sobre el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, los huelguistas alegan que la voz de los políticos es necesaria.
“Estamos convencidos de que solo de esa forma se podrían abrir las puertas a una pronta solución del conflicto político social en que nos encontramos”, alega la carta firmada por Rodríguez.
En los primeros días de la segunda semana de la huelga contra el plan fiscal, ya varios diputados habían recurrido a hacer acercamientos con los manifestantes en los alrededores de la Asamblea, en particular el jefe de Restauración Nacional, Carlos Avendaño, y Melvin Núñez, de ese mismo partido.
También recibió a los voceros gremiales la liberacionista Franggi Nicolás, a pesar del acuerdo que había tomado el Partido Liberación Nacional (PLN) de no tomar protagonismo en los acercamientos con los opositores a la reforma tributaria.
La carta también se da en el contexto de otras medidas de presión que han adoptado los sindicalistas, como la de acercarse a las casas de los diputados y manifestarse allí. Ya sucedió al frente de la casa de la diputada socialcristiana Aracelly Salas, en Heredia.
El martes por la noche también lo hicieron varias medio centenar de personas al frente de la casa de la presidenta del Congreso, Carolina Hidalgo, en Alajuela. Allí, la manifestación se hizo sonando ollas en el barrio de la diputada.
En la carta, los sindicalistas no hicieron ninguna referencia dentro de su carta sobre el alto costo que significa para el gasto estatal el crecimiento desmedido de los incentivos salariales de los empleados públicos, que es precisamente uno de los puntos más críticos de su oposición a la reforma tributaria.
Omitiendo ese dato, la carta sindical alega que los problemas fiscales del Estado se deben a evasión tributaria, elusión en el comercio exterior, exoneraciones fiscales y desgravaciones arancelarias.
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