México. AFP. La Cámara de Diputados de México aprobó el miércoles en la noche en lo general la reforma energética, que abre así las puertas al capital privado para la explotación de hidrocarburos.
Esta enmienda a la Constitución se considera la más importante del paquete de reformas estructurales impulsadas por la Administración del presidente Enrique Peña Nieto, con miras a estimular el crecimiento económico y social del país.
La reforma aprobada –gracias al voto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder, y el Partido Acción Nacional (PAN)– prevé acabar con 75 años de monopolio energético estatal, y abrir al capital privado nacional y extranjero la exploración y extracción de hidrocarburos.
Estipula también distintos tipos de contrato —de servicios, de utilidad o de producción compartida o de licencia— algo que la izquierda ve como una “privatización” del sector y la apertura a concesiones encubiertas.
El proyecto crearía un fondo que se encargará de administrar las regalías petroleras, teniendo en cuenta que Pemex, la emprea petrolera estatal, destina actualmente un 67% de sus ganancias a las arcas públicas mexicanas.
La reforma elimina además del consejo de administración de Pemex a los cinco representantes del sindicato de la empresa petrolera estatal.
Controversial. Tras su aprobación en el Senado el mismo miércoles con el voto en contra de la izquierda, la polémica reforma se aprobó en términos generales en la Cámara de Diputados con 354 votos a favor, 134 en contra y ninguna abstención. La votación fue tensa y se llevó a cabo entre gritos y ofensas.
Con consignas de “¡El petróleo no se vende, el petróleo se defiende!” y pancartas que decían “¡Traidores!”, una veintena de legisladores de izquierda tomó la tribuna.
"No podemos permitir que un puñado quiera apoderarse y entregar los bienes nacionales", denunció María Luisa Alcalde, del partido Movimiento Ciudadano.
Una vez que sea aprobada en lo general por Diputados, la ley tendrá que contar con la aprobación de la mitad más uno de los congresos estatales para que el presidente la promulgue.
La energética es la sexta reforma profunda del primer año de gobierno de Peña Nieto, después de las reformas educativa, de telecomunicaciones, financiera, tributaria y política.
Todas ellas forman parte del llamado Pacto por México entre gobierno y oposición, del que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se distanció recientemente por discrepancias.
“El número, profundidad y trascendencia de las reformas aprobadas es realmente alentador y refleja el espíritu modernizador”, dijo Peña Nieto..