El sendero de acceso universal que se construye en el Parque Nacional Santa Rosa, en Guanacaste, está listo en un 90% y entraría a funcionar en marzo.
Este corresponde a un trayecto de 550 metros que une los senderos Pozo con Indio Desnudo. Los restantes 580 metros se mantendrán naturales.
“El sendero universal se diseñó a partir de los cuatro criterios de la accesibilidad para que fuera autónomo, natural, cómodo y seguro. El reto siempre está en lograr que la persona con discapacidad lo pueda recorrer sola de principio a fin”, comentó Rocío Echeverri, directora de la Asociación Proparques, organización que coordina la construcción del proyecto.
La obra ya cuenta con la superficie de rodamiento para sillas de ruedas, hecha con concreto permeable para así evitar que se ponga resbaloso. También tiene las bahías de descanso, dispuestas cada 100 metros, y un puente con triple barrera.
El sendero incluirá elementos informativos que servirán de guía durante el recorrido. Para ello, se contará con rotulación en relieve y adaptada a las discapacidades cognitivas.
Con ayuda de iPads, a las personas con sordera se les facilitará videos en lenguaje Lesco. “La lengua materna de las personas sordas no necesariamente es el español, para muchas es el Lesco y por eso decidimos realizar esta adaptación”, explicó Echeverri.
Para las personas ciegas, y como sucede en el Parque Nacional Carara, se les facilitará iPods con audios que guíen el recorrido. También se contará con esculturas para que puedan palpar y así conocer las especies que habitan ese parque nacional.
Según Echeverri, la iniciativa cuenta con el aval del Consejo Nacional de Rehabilitación y Educación Especial.
Este sendero se construye a partir de los fondos recaudados por la campaña Senderos Históricos, impulsada por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación y Asociación Pro Parques.