Toman mucho y después no pasa nada. Para evitar un nuevo papelón, recurren a drogas para el tratamiento de la disfunción eréctil.
Los hay quienes lo hacen ante una pareja ocasional a la que quieren deslumbrar con un desempeño sexual fuera de lo habitual.
Los hay quienes quieren estar tranquilos, seguros de que, llegado el momento del encuentro, todo va a salir bien. Para eso recurren al Viagra.
Según una encuesta hecha en la Capital Federal de Argentina, uno de cada cinco jóvenes de entre 18 y 30 años hace un uso “recreativo” de drogas que se usan para problemas de erección.
“No nos sorprende el hallazgo, ya que es algo que uno escucha fuera del consultorio. Hoy los jóvenes consumen estas drogas porque quieren mejorar su rendimiento y las usan sin control médico y sin tener problemas de salud sexual”, dijo a
Otro dato preocupante que surge de la encuesta es que el 53,6% de los jóvenes que usan Viagra lo hace en combinación con alcohol o drogas (psicotrópicos o marihuana).
Así como el Viagra puede dar lugar a peligrosas caídas de la presión sanguínea si se utiliza en combinación con ciertas drogas de uso en cardiología (los nitratos), algo similar puede ocurrir cuando se lo asocia con el alcohol, que de por sí baja la presión sanguínea.
“Pérdida de la presión arterial, con sensación de taquicardia, palidez, malestar general, náuseas pueden ser el resultado de la vasodilatación que normalmente causa el alcohol, y que se suma al efecto vasodilatador de este tipo de fármacos”, dijo Adolfo Casabé, codirector del IME y coautor del estudio.
Efectos similares podrían darse en combinación con marihuana, ya que inhibe mecanismos que pueden potenciar el efecto vasodilatador del Viagra.
“El problema mayor es la mezcla de cosas. Como el uso que se le da es recreativo, hoy le suman un poco de alcohol, para estar más alegres, y a lo mejor una droga ilícita. En ese coctel, no sabemos bien qué puede pasar con estos medicamentos”, dijo Bechara.
¿Qué es lo que buscan los jóvenes en el Viagra y cómo lo consiguen? El estudio, cuyas conclusiones publicó la revista
El 21,5% de los encuestados que reconoció haber tomado estas drogas dijo haber obtenido el medicamento de un amigo. La segunda fuente fue la farmacia: el 17,4% compró las pastillas sin presentar la receta médica requerida. El 2,9% adquirió el medicamento por Internet y el resto (4,3%) lo compró en la farmacia, pero con receta.
En cuanto a los motivos para usar estos fármacos, el 44,9% dijo querer más erecciones por encuentro, el 27,5% buscó tener erecciones más duraderas, un porcentaje similar lo hizo por curiosidad.