EscucharEl estruendo de un frenazo y tres impactos seguidos motivaron a Esteban Moreno a salir de su hogar en Santa Marta, en San Francisco de Dos Ríos. Guiado por su conocimiento en primeros auxilios y su instinto de ayudar, llegó hasta Shoppers, en Zapote. Frente a sus ojos se desataba una tragedia provocada por un accidente en Circunvalación que cobró la vida de cuatro mujeres este viernes por la noche.
Moreno fue uno de los primeros en arribar al lugar del siniestro. Según relató, su primer contacto fue con una joven de apellido Núñez, de 24 años, que viajaba en un vehículo negro. Sus primeras palabras fueron: “No me quiero morir”.
“Cuando llegué, ella estaba consciente, con muchos golpes. Me miró y me dijo: ‘No me quiero morir’. Le respondí: ‘Tranquila, todo va a estar bien’, aunque en el fondo sabía que no había mucho más que pudiera hacer”, contó con la voz quebrada.
Pocos minutos después, la joven perdió la consciencia. Moreno intentó tomarle los signos vitales. Al no hallar ninguno, cerró sus ojos y pidió a un oficial de la Fuerza Pública que custodiara el cuerpo.
Todo indica que el automóvil en que viajaba Núñez chocó contra una motocicleta, cruzó la medianera de la vía y colisionó de frente con un Kia Morning beige. En el segundo vehículo viajaban Ruth Navarro Richmond, de 39 años; su hija Génesis Monge Navarro, de 12, su sobrina Fernanda Navarro Richmond, de 30 y Natasha de los Ángeles Aguilar Navarro, única sobreviviente del impacto.
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Escena desgarradora
Conmovido y decidido a seguir ayudando, Moreno se dirigió al Kia Morning beige. Encontró a tres personas con severos golpes y sin vida. Algo se movía detrás de uno de los cuerpos. Al apartar una bolsa de aire, descubrió a una niña abrazando sus rodillas, llorando y visiblemente traumatizada.
“Vi a la niña completamente consciente. Tenía un trauma en la ceja izquierda. Le dije que todo iba a estar bien, y entonces ella me preguntó por su mamá”, detalló.
Moreno sintió impotencia mientras hablaba con la niña y solo repetía que todo estaría bien. La menor le tomó la mano hasta que llegaron los bomberos. “No podían sacarla sin mover primero el cuerpo de su prima fallecida”, relató.
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La niña fue trasladada al Hospital Nacional de Niños, donde aún permanece internada con dos fracturas, golpes y el corte en la cara.
Aunque ha vivido toda su vida cerca de la ruta de Circunvalación, Moreno confiesa que nunca había presenciado un suceso tan impactante. La experiencia lo dejó profundamente afectado.
“Pasé la noche llorando. Algunos toman fotos en estos casos, pero yo solo reaccioné pensando que podía ser una hija, mi mamá o mi hermana”, concluyó.
