Herrera confirmó a este medio sus intenciones, minutos después de que fuera contratado para representar al sospechoso, de apellidos Sánchez Ureña, de 28 años y conocido como Sukia.

Textualmente, el abogado indicó: “Mañana pedimos ampliar la indagatoria para negar lo dicho en la audiencia inicial”. Sin embargo, no brindó más detalles al respecto.

Según Rodrigo Araya Solano, abogado de la familia de Allison Pamela Bonilla Vásquez, en esa primera diligencia, realizada dos días después de que fuera detenido en Ujarrás de Paraíso de Cartago, Sánchez narró a las autoridades que el 4 de marzo él interceptó a la muchacha, de 18 años, la violó y la asesinó.

"El imputado argumenta en su declaración que él la interceptó cuando ella venía de la parada de buses y, posteriormente, se la llevó a una finca en donde la violó y la golpeó hasta que ella falleció.

“Una vez fallecida, la metió en la cajuela del vehículo, salió de la finca donde la llevó para realizarle los vejámenes sexuales y fue a tirarla en el guindo donde se están realizando diligencias de investigación, esperando que puedan encontrarse los restos de ella (Allison Bonilla)”, detalló Araya el viernes, luego de la indagatoria en contra de Sukia.

Una vez brindada su declaración, la Fiscalía de Narcotráfico y Delitos Conexos calificó el delito a investigar como un homicidio calificado y, por ello, pidió imponer seis meses de prisión preventiva, solicitud que fue acogida por el juez penal a cargo.

Actualmente, Sukia descuenta esos meses en el Centro Nacional de Atención Específica, antigua Máxima Seguridad, ubicada en San Rafael de Alajuela.

100 personas en difícil búsqueda de Allison en botadero

En paralelo al proceso judicial contra Sukia, las autoridades continúan en la ardua labor de encontrar el cuerpo de Allison Bonilla en un botadero clandestino, ubicado en San Jerónimo de Cachí. Este queda a unos ocho kilómetros de la vivienda de la joven.

Desde el jueves, están concentrados en ese sitio luego de recibir información que les indicaba que allí estaban los restos de la víctima. Estuvieron hasta el sábado; sin embargo, no obtuvieron resultados positivos.

Por ello, hicieron una pausa para replantearse el trabajo y analizar la manera en cómo se iba a trabajar de ahora en adelante. Con una nueva visión, la retomaron este martes.

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En esta nueva ocasión, participan alrededor de cien personas, entre autoridades y voluntarios, y hasta se hicieron valer de diferentes vehículos especializados para este tipo de terreno, que es boscoso. Por ejemplo, usaron un chapulín para poder botar algunos árboles y maleza que había en el camino y que impedía el paso.

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Mauricio Mendoza, jefe de operaciones de la Cruz Roja de Cartago, detalló que la zona es de “difícil acceso” porque tiene quebradas o hay sitios muy empinados. Además, hay “gran cantidad” de serpientes venenosas.

Como si ese tipo de situaciones no fueran ya difíciles, Mendoza puntualizó que también se tiene que lidiar con los riesgos “metabólicos” de los rescatistas.

“Aquí el calor es muy fuerte, la temperatura ronda los 30°C y eso hace que a las personas se les baje el azúcar o se deshidraten. El riesgo que hay es siempre grande, pero buscamos minimizarlo de alguna manera, de hacer las cosas de forma segura”, puntualizó el jefe.

Al cierre de esta nota, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no informó de ningún avance importante en esta búsqueda.

Colaboraron los corresponsales Keyna Calderón y Fernando Gutiérrez.