Texto original publicado por La Nación el 13 de marzo de 1973
El 13 de marzo de 1963, explotó el volcán Irazú, uno de los cráteres inactivos a la fecha. El tapón de lodo, piedras y cenizas inundó varias fincas aledañas al volcán. Fue este el inicio de un martirio para el pueblo costarricense, pues durante más de dos años las cenizas volcánicas produjeron graves trastornos a la economía del país, ya que la agricultura y la ganadería vivieron en un periodo de crisis en esa región.
La Nación informó así sobre aquel acontecimiento, origen de lo que hoy, 10 años después se recuerda como una de las épocas más graves de la historia.
“Ayer a las 1:25 p. m., se produjo una erupción del Irazú, y alarmó a toda la zona del Volcán. Grandes destrozos en la casa del Instituto de Turismo (ICT); quedó destruida. Duró más de una hora la erupción. Semi destrozada la finca de Robert. Tremenda erupción de lava, arena y piedras.
“El ganado con una capa de cenizas. Los caminos a la lechería de aterrados y la playa del Mirador desapareció”, Estas fueron las vísperas de un acontecimiento que informó La Nación.
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