Santa Cruz se alista para su ‘lagarteada’

Esta tradición se celebra desde hace más de 150 años y tuvo su origen cuando a un lugareño se le ocurrió ir de caza un Viernes Santo y capturó un enorme cocodrilo para extraerle la grasa a la cual se la atribuyen propiedades curativas, según el libro Festividades con encanto tico , de la investigadora Patricia Sedó. Sin embargo, actualmente el fin de la tradición es la hazaña de valentía y fuerza de los lagarteros y no persigue lastimar al animal ni poner en peligro a los espectadores. De manera que para velar por la seguridad y salud de todos los visitantes, la Asociación de Desarrollo Integral de Ortega (ADI) ya cuenta con el permiso correspondiente del “Turno de la Lagarteada” por parte de la Municipalidad de Santa Cruz y el Ministerio de Salud.

Además, el viernes 22 de marzo, la Dirección Regional del Área de Conservación Tempisque de Nicoya (ACT) otorgó los permisos correspondientes para la celebración en donde se contemplan varias condiciones que los organizadores deben cumplir antes, durante y después de la actividad.

Desde la semana pasada, el grupo de lagarteros busca el sitio adecuado para atrapar al reptil; para ello deben tomar en cuenta varios aspectos como, por ejemplo, que el lugar sea de fácil acceso para llegar en carro, moto o bicicleta que haya un amplio parqueo y por supuesto que cuente con buena visibilidad, para que todos los asistentes puedan disfrutar del espectáculo. Según declaró Álvaro Cascante, presidente de la ADI de Ortega, para este año tienen tres lugares posibles para sacar el cocodrilo: dos puntos en el río Palma(ubicado a 2 kilómetros de Ortega ) y un sitio en el río Lagartero (cerca del Refugio de Vida Silvestre Mata Redonda).

Por otra parte, los requisitos que deben cumplir organizadores deben cumplir para la captura del reptil son los siguientes: está prohibido excavar y destruir las guaridas del cocodrilo y sus nidos. No se permite el uso de armas de ningún tipo, solo se admite el uso de trasmallo.

Otras de las disposiciones es que en el momento de levantar al animal, no sea sujetado de sus extremidades para no fracturarlas y debe ser transportado en un vehículo adecuado desde el sitio de captura. Funcionarios de ACT velarán por el cumplimiento de estas regulaciones durante la actividad.