Notas de ultramar

La suerte de Pilar Aguilar no solo es ser pianista y compositora, sino también ser madre. Fue su hija, la violinista Grace Marín -quien actualmente cursa un posgrado en España- la que más insistió para que su mamá le enviara las partituras de sus últimas composiciones.

El resultado no se hizo esperar y el pasado 19 de julio -junto a otros cuatro músicos- la artista costarricense hizo su debut en el auditorio del Conservatorio Superior de Música de las Islas Baleares, donde celebró el primero de los dos conciertos de su breve gira española.

El programa, que incluyó seis composiciones suyas de música de cámara (para piano, violín, cello, viola y flauta), volverá a repertirlo el próximo domingo 24, en una sala privada en la ciudad de Manacor, también en las Islas Baleares.

"Es la primera vez que me invitan como compositora", relata Aguilar. "Dejé de tener contactos por la exigencia de la familia", dice, como disculpándose.

Si bien la intrepretación del piano sólo le exige sus dos manos, Pilar Aguilar ha desarrollado la habilidad de un pulpo para el resto de sus actividades: es madre de cuatro hijos y esposa, amiga, creadora y docente a tiempo completo.

"Por esa vida tan intensa de familia y trabajo es que he encontrado una satisfacción tan grande en la creación. Como intérprete era demasiado esfuerzo: preparar durante meses un concierto para tocar una única vez. ¡Sentía un vacío tan grande!", confiesa Aguilar.

Manos libres. A pesar de las demandas -o más bien, debido a todas ellas- Pilar Aguilar ha creado un contingente de obras que, hoy por hoy, la convierten en una de las escasas compositoras ticas presentes en el panorama de la música clásica contemporánea.

El repertorio que se llevó a España revela cómo su productividad ha venido creciendo en los últimos años: el Cuarteto Mayo , del 2002 (para violín, viola, cello y piano), 4 Evocaciones , también del 2002 (para violín y piano), el Trío Elegiaco , del 2003 (para violín, cello y piano), el Trío Eclipse , del 2004 (para flauta, cello y piano), Añoranza , también del 2004 (para flauta y piano) y 3 Danzas Lentas , de este año, también para flauta y piano.

En todas estas obras, Pilar Aguilar contará con la interpretación de su hija Grace, al violín, y tres jóvenes músicos españoles: María José Gómez de la Vega, en la viola, el cellista Miquel Ángel Parera y el flautista Enrique Sánchez, este último, el principal "responsable" de formalizar la invitación de la pianista, en su calidad de profesor de la Universidad de Palma de Mallorca.

Según la pianista, el repertorio seleccionado ofrece una visión acertada de su fuerte acento neorromántico, en el que los giros emocionales opuestos -tristeza y felicidad- marcan la pauta.

"Las que hoy se llaman 3 Danzas Lentas iban a ser tristes pero luego me salieron lentas . Al final no resultaron ni tan lentas , ni tan tristes ", bromea la autora.

Vida previa. El año 1999 marca el inicio de su carrera como compositora "disciplinada", y no solo como compositora "inspirada", según sus propias palabras.

"Creo que la creación está ahí y es un gusanito. Hay gente metódica para crear y eso es lo que a mí me falta todavía : llegar a una metodología de creación y no solamente cuando quiero. Será que no me alcanzan las 24 horas", dice.

Debido a su trabajo ininterrumpido junto a la flautista María Luisa Meneses -con quien fundó el dúo Géminis hace 17 años- no es extraño que gran parte de su repertorio esté dedicado a composiciones de piano y flauta traversa.

"Para mí, la flauta solo tiene el nombre de María Luisa Meneses y cuando compongo para flauta, solo pienso en lo que ella es capaz de hacer", confiesa, antes de sacar la cuenta definitiva. Siete obras largas para una "vieja" alianza entre piano y flauta llevan su firma.

Fue en junio pasado, durante el Festival Internacional de Flauta (en la Universidad de Costa Rica), que Aguilar se percató de lo mucho que había "chineado" a este pequeño instrumento de viento, en sus ratos de trabajo e inspiración.

"Todos los flautistas querían mis obras", dice emocionada. "Imaginate", continua. "Y yo ni siquiera he tenido tiempo de pasarlas en limpio".