“Me honra seguir la herencia artística de mi familia”

Tiene 25 años de edad –y tan solo tres desde que decidió seguir los pasos de su papá y abuela– pero no por eso a la actriz Aislinn Derbez se le puede negar “lo bailao” por ella misma en la TV, el cine y hasta el modelaje (faceta en la que empezó su trayectoria).

Aunque estudió en Nueva York arte y pintura por cuatro años porque, como ella misma dice, lo que menos quería era cargar con el apellido Derbez en su vida profesional, terminó siendo seducida por la actuación.

“Sabía que iba a ser algo complicado al principio por el nombre de mi papá y mi abuela (Silvia Derbez) , pero esto no es algo que me pese mucho ahora; al contrario, me gusta y honra continuar la herencia artística que ha tenido mi familia. Al principio no estaba segura de ser actriz, pero conforme pasó el tiempo me di cuenta, con toda seguridad, que esto era lo que más me gustaba”, nos comentó, vía telefónica desde México la hija mayor del comediante Eugenio Derbez.

Con la joven que forma parte del cartel estelar de La promesa (serie-novela que estrenó canal 6 el 25 de abril, a las 10 p.m) conversamos recién llegada a su país pues recién terminó de grabar una película en Chile.

Su dejo evidencia que ha sido una “bebe de papá” y es muy educada en su trato, no es de muchas palabras pero cuando habla lo hace sin rodeos.

Su belleza física, algo exótica, ha sido “aprovechada” para videos musicales de artistas como Alejandro Fernández y Kalimba, además de publicaciones como Women’s Health y Cosmopolitan.

Sin embargo, ella no quiere encasillarse en nada y por eso agradeció la oportunidad de poder mostrar muchas facetas de su rango actoral en la producción de factura colombiana que está siendo exhibida en varios países del continente. La misma que llegará a toda Latinoamérica el 24 de mayo, cuando la estrene Golden Channel.

Colombia nos ha tenido acostumbrados a buenas historias que han llevado a la pantalla chica de forma honesta como el narcotráfico, y La promesa no nos queda debiendo en ese sentido. Empero, esta producción destaca por abordar un tema espeluznante muy poco explotado en los medios: el drama que viven miles de personas que caen presas del negocio ilícito de la trata de personas.

“Es el trabajo más fuerte que me ha tocado hacer en mi carrera. Todo fue extremadamente vivencial. Hubo momentos en que me la pasaba llorando todo el tiempo porque mi personaje era golpeado y abusado sexualmente”, recuerda.

Tan agobiantes e intensos fueron los seis meses de grabaciones que justo al día siguiente de finalizar la producción, ella debió ser hospitalizada.

“Fue muy fuerte para mí todo ese proceso. Siempre estuve bien de salud pero justo el día siguiente en que terminaron las grabaciones caí en el hospital por una colitis y gastritis muy aguda. Los doctores no entendían lo que me pasó, y decían que estaba muy alterada. Yo creo que mi cuerpo estaba aguantando todo, entonces cuando se relajó , se deshizo”.

Y es que el estar en locaciones, tiradas en el suelo con frío y rodeadas con ratas y murciélagos fueron lo menos traumatizante si se compara con la crudeza con que fueron realizadas las escenas de agresión.

Es más, la producción de  La promesa decidió editar buena parte de las escenas luego de grabarlas y verlas ya que las consideraron muy fuertes para transmitir en televisión.

“Lo que sale en la TV es menos comparado a lo que grabamos. Hubo momentos tan fuertes al tratar de hacer las escenas de la manera más real posible que el director prefirió censurar muchas de ellas por su crudeza”.

Proyecto ambicioso e innovador

Esta serie fue grabada bajo el formato de cine, y la actriz reconoce que eso le fascinó por la calidad del resultado final, pero no ocultó que esto también implicó mucho más trabajo.

“El trabajar con un formato de cine para TV conllevó jornadas de trabajo muy largas en las que se cuidaba los detalles mil veces más que en una novela típica. Era como estar grabado 20 películas en una sola”.

Para preparar a Frida, su personaje Aislinn reconoce que no tuvo mucho tiempo antes de empezar las grabaciones y , aunque no pudo tener contacto directo con víctimas reales, fueron varios documentales, notas de prensa y el mismo guion los que le ayudaron a conocer más a fondo el tema del tráfico de personas.

“Todo fue muy rápido cuando nos contrataron. Sí nos dieron clases de tubo (baile de table dance), pero finalmente esta es una historia basada en hechos reales, entonces fuimos viviendo y sorprendiéndonos junto a nuestros personajes y sus diferentes momentos, ya que el guion se nos fue entregando poco a poco”.

Pero no solo la calidad del proyecto le llamó la atención sino que también se vio muy identificada con el mensaje que intentar dar la serie.

“ La promesa fue hecha para mostrar la realidad que se vive en diferentes lugares, y que mucha gente no sabe que sucede y mucho menos cómo es que pasa. Es un ejemplo de esa realidad, que pretende evitar que esto suceda y que la gente siga cayendo en la trampa”.

La actriz comenta que al llegar a su casa después de haber vivido todo por lo que pasa una víctima y darse cuenta que hay infinidad de mujeres que atraviesan por lo mismo. le fue muy difícil a nivel emocional.

Por eso para distraerse, salía a caminar por la montañas de Bogotá, disfrutaba de la naturaleza y leía mucho.

Aislinn no descarta estar interesada en Hollywood (donde su papá ya está dando sus primeros pasos), pero más que una industria en específico para ella lo más importante es el proyecto en sí.

“La propuesta me interesó mucho por el alcance internacional que iba a tener y por agrupar a gente talentosa de varias naciones. Siento que deberíamos de hacer más cosas como estas en toda Latinoamérica y así globalizar nuestro entretenimiento”, afirma la joven que no oculta su tristeza al referirse sobre la carencia de historias similares en la televisión mexicana.

“Me da pena que en México aún no se abra un panorama para hacer series con temas y actuaciones tan reales, por eso ya no he hecho televisión aquí. Nos faltan historias interesantes, retadoras y que dejen algo en la gente”.

En este momento Aislinn (cuyo nombre significa visión o sueño) indica que está descansando y tranquila en casa revisando algunos proyectos de cine.

“He hecho mucho drama pero me gustaría indagar en todos los géneros, no me quiero encasillar”.

Consultada por su “vena” humorística, la actriz señaló que muy pronto le gustaría hacer una comedia para medirse en ese campo.

De vino, fantasía y amor

La mexicana estuvo tres meses en Chile durante la grabación de La Villa, filme de época ambientado en 1865.

“Estoy convencida de que esta película es una de las más importantes de mi carrera y que me dará proyección internacional. Es de corte romántico pero mezcla temas históricos con el suspenso y la fantasía, Es de producción chilena, mexicana y estadounidense”.

Para terminar la conversación. Aislinn indica que aunque su papá trabaja en Los Ángeles en la serie Rob, junto a Rob Schneider, pasan mucho tiempo juntos y que él está feliz con sus logros: “Nos vemos mucho, nuestra relación es muy constante. Vivimos casi que juntos”. 1