En Miami, César Paniagua trabaja haciendo arreglos florales. El olor fresco de las rosas le da la bienvenida al trabajo y, en ocasiones, le recuerda a los amores vividos y perdidos. A veces, desenrolla uno de los papeles en los que vienen las flores y ve dos recuerdos de casa: sobros del diario La Teja que contienen unas heliconias de San Carlos.
Los recuerdos forman personas, pero, en su caso, forman también canciones y por eso ahora presenta su primer álbum solista: Love: Del Sol y la roja juventud, que grabó entre la Ciudad de México, Nueva York y Miami con diferentes productores.
“Cada uno le dio su toque personal a estas grabaciones. Me gustaba la idea de cederles el control, de sugerir un poco, pero darle carta abierta a cada uno”, contó el cantautor de 29 años en una entrevista.
Las cinco canciones del álbum son un reflejo de “una época mucho más turbulenta”, explica César, una en la que había más intereses románticos y se movía constantemente entre Costa Rica y Miami, donde su familia reside.
Así, las canciones de Paniagua están cargadas del deseo imposible de reparar relaciones amorosas o de amistad. Canciones como Por eso no tendrían tanto sentido si no hubiese que decir adiós.
La cara de Occidente
De una manera romántica podríamos decir que César es un nómada pero, en realidad, es inquieto. Creció entre Miami y Sarchí y, por eso, en Costa Rica le espera el público de la escena de Occidente que él ha ayudado a construir cantando temas con la banda Camelolloide.
Esta banda -fundada en el 2013- es un referente de muchos jóvenes sobre el rocanrol que pueden ofrecer las bandas de Naranjo, Zarcero, Grecia y los pueblos aledaños; de esta forma, César es como un embajador de esta escena donde sea que vaya.
En Miami también se ha destacado, incluso siendo elegido “nuevo mejor artista” por el periódico Miami New Times.
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“Es extraño porque allá uno puede tocar en muchos lugares, pero en muchos locales no tienen escenario o el sonido que ofrecen los lugares pequeños de Costa Rica; eso me ha sorprendido”, comentó el músico.
Lo cierto es que en Miami, ciudad importante para la industria de la música, se han abierto las puertas para darse a conocer. El estadounidense Rick Moon produjo su canción Nobody Knows en Miami y allá mismo le grabaron un video, por ejemplo.
Junto al productor tico Saguiv Rosenstock -quien también es bajista de Camelolloide- grabó las canciones Por eso y De las visiones del mañana en San José y Hey! Hey! en Brooklyn, Nueva York, donde reside el productor.
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Durante un viaje a Ecatepec, México, grabó Dame más con el productor Rodrigo Román.
No es trillado asegurar que cada lugar le dio un tono diferente a las piezas, que, por su variedad, sirven como un muestrario de lo que Paniagua ha construido.
Su inquietud no solo tiene que ver con el lugar donde vivir se han extendido a los géneros musicales y últimamente ha experimentado con el R&B y la música electrónica.
Love: Del Sol y la roja juventud se puede comprar y escuchar en su página oficial en Bandcamp.