'Del corazón': Canto al folclor, unión centroamericana

Como parte de la búsqueda de ese sueño, José estrenó su tercer disco de estudio en noviembre. Del corazón es el título que le dio el músico a un compendio de temas folclóricos de Costa Rica que canta con la colaboración de varios artistas de Centroamérica. Para él, este es un homenaje a nuestro país, con el que busca también crear una unión artística en la región.

En total son siete piezas del folclor tico y dos canciones escritas por Cañas. La selección de las canciones incluye Saben de ‘ónde vengo yo (Ray Tico), He guardado (Arístides Baltodano y Manuel Rodríguez), Caña Dulce (José Joaquín Salas Pérez y José Daniel Zúñiga Zeledón), Amor de temporada (Héctor Zúñiga), Noche Inolvidable (Ricardo Mora) y Recordando mi puerto (Orlando Zeledón).

Además, con la consigna de buscar un equilibrio con la música del ayer y la más reciente, José escogió Dime, del tico Bernal Villegas; también agregó las originales Va Pue’ Pura Vida (coescrita con Daniel Patiño y Carlos Mejía Godoy) y Niña.

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“Desde chiquillo fui un niño de alma vieja, me encantan las canciones melancólicas. Si se supone que vivimos en el país más feliz del mundo y que yo canto cosas positivas, ¿por qué no hacerle un tributo a mi país?. Soy tico, quiero cantarle a mi patria, pero para lograrlo tenía que guiarme con gente conocedora de la materia”, contó Cañas sobre la idea del álbum.

Apoyo

Con el fin de que el disco se lograra había dos metas muy bien marcadas. La primera era buscar arreglistas que lograran ponerle un sonido contemporáneo a las obras, pero sin perder su esencia; para esta tarea los elegidos fueron los músicos Carlos Tapado Vargas, Edín Solís y Chicky Ortiz.

La segunda meta era promover una colaboración artística entre centroamericanos. Cañas logró que en el disco sonaran las voces de la tica Debi Nova, los guatemaltecos Álvaro Aguilar (Alux Nahual) y Mr. Fer, y Carlos Mejía Godoy y Erwin Costa, desde Nicaragua. En la parte musical participan los nicaragüenses de La Cuneta Son Machín (los hijos de Mejía Godoy), los salvadoreños Los Redd y los costarricenses del grupo Madera y Son.

“Centroamérica es cuna de grandes músicos pero no hay unión. El trabajo de este disco se realizó de manera muy natural porque el arte no tiene que ver con conflictos de fronteras o políticos; la música sirve para unirnos”, explicó el cantante.

Videos y promoción

La primera canción que se desprendió del disco fue Saben de ’ónde vengo yo. Cañas tenía la idea de hacerle un tributo al compositor nacional Ray Tico y por eso buscó a Ernesto Castillo, sobrino del artista.

“Pasamos toda una tarde escuchando canciones del maestro. Cuando oí esta pieza supe que era la que tenía que regrabar, fue amor a primer oído”, recordó Cañas. La obra de Ray se había considerado hace muchos años como bandera para promocionar a Costa Rica fuera de nuestras fronteras, pero el proyecto nunca vio la luz, hasta ahora.

El audiovisual que se filmó en varias locaciones del país fue apoyado por la marca país Esencial Costa Rica y la aerolínea Avianca. Con este respaldo, el video se transmitió durante varios meses en los vuelos de la empresa para que los pasajeros se dieran una idea de lo que ofrece nuestro país como destino turístico. “Duramos ocho meses grabándolo. Todas las tomas que salen son originales, no hay nada de archivo, visitamos varios lugares de Costa Rica. Durante esos viajes me reenamoré de mi país, fue un amor que salió del corazón”, agregó.

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Ya se publicó también He guardado, con Debi Nova; además, la semana pasada Cañas estuvo en Guatemala grabando Dime, junto a Álvaro Aguilar y Mr. Fer.

“Esta canción se ha convertido en el soundtrack de vida de muchas personas. Ha sido un tema con más de tres décadas de éxito, que siempre que se canta mueve el alma de las personas. Crecí con esta canción, crecí con la música de Bernal y crecí con la música de Alux Nahual, por lo que para mí grabarla a dúo con Álvaro Aguilar se ha convertido en una ilusión y realización personal total”, refirió el artista.

José siempre ha trabajado solo en su empresa musical. Aunque quiere que el público costarricense escuche su música, también ha volcado su vista a la internacionalización del proyecto, algo en lo que asegura, le ha ido muy bien.

Desde hace varios años, Cañas ha visitado de manera constante países como México y Estados Unidos para presentar sus obras. Ha sido invitado a la cadena CNN en varias ocasiones para ser entrevistado por Ismael Cala y Camilo Egaña; también ha hecho promoción en canales como Telehit, de México.

De la buena aceptación que ha tenido afuera también surgió la idea del disco porque asegura que ir acuerpado por la bandera costarricense siempre la abrió las puertas. “El nombre de Costa Rica me ha dado la oportunidad de darme a conocer. Sería malagradecido si digo que lo he hecho solo, porque el ir bajo la cobertura de Costa Rica significa un gran apoyo. Se ha conjuntado la visión de que soy tico –que es una bendición por determinado– y que se ha hecho un buen trabajo en el que se han sumado varias personas en el camino”, explicó.

Personal

A Cañitas –como lo conocemos en el gremio de la comunicación– se le ubica fácilmente como la conexión entre productoras de conciertos y los periodistas gracias a su labor como encargado de prensa de espectáculos. Además de músico y cantante, es periodista de profesión, una pasión que heredó de don Alberto Cañas, su tío abuelo.

“Mis papás me decían hágase de una carrera porque eso (la música) no va a funcionar. Pero yo tenía mi sueño, así que estudié y me preparé musicalmente, fue un arreglo al que llegamos en familia”, cuenta el comunicador de 38 años.

Desde hace aproximadamente 12 años combina ambas profesiones. De la mano de la comunicación llegó su primera producción musical, el disco Megapositivo lo publicó en el año 2008, fue un álbum cargado de eso, mensajes positivos. Después estrenó Quiero vivir (2012), donde también le canta al amor, al matrimonio y, por supuesto, a su gran inspiración: Dios.

“Agarré a Dios de forma seria hace cerca de 12 años. De repente no era una mala persona, pero tampoco era un buen ejemplo, tuve mis viciecillos, hubo excesos de cosas. Fui anoréxico y bulímico, mi vida estaba un poco enredada, así que Dios vino a ser una respuesta a esos enredos. Cuando puedo y en lo que puedo hablo de Él en forma abierta”.

Ese cambio en su vida también lo aprovecha para defender la labor social. Se le conoce por sus particulares gafas rojas, característica que usó hace varios años para promover una campaña de sensibilización del público ante las poblaciones afectadas por la pobreza o los problemas de salud.

“Este tipo de campañas nacen de una necesidad mía de tratar de devolver algo de todo lo que he recibido. Aunque hubo épocas no muy felices, en las que recibía patadas de la vida, también recibía bondad. Dios me regaló una oportunidad para ayudar a los demás”, finalizó.