“Ya me van a echar por estar preguntando a cada rato”, dice entre risas Emeterio Viales.
El comediante y costumbrista tiene semanas esperando a que el centro médico de la Aurora de Heredia se comunique con él para que le pongan la vacuna contra la covid-19; sin embargo, la tan esperada llamada aún no llega.
Por ello Juan Rafael Sandoval -como se llama realmente- ha optado por llamar y visitar con frecuencia el Ebais para saber si ya lo tienen en la lista.
“Estoy desesperado más bien, pero me dijeron ‘no me llamen nosotros lo llamamos’, porque a cada rato estoy preguntando que cuándo me van a poner la vacuna. Quiero que me llamen rápido. Yo paso alerta al teléfono”, dice el humorista, quien cumplió 73 años el pasado mes de noviembre.
Emeterio, quien actualmente trabaja en el Manicomio de la risa de Omega y se gana un extra con la venta de lácteos, explica que para él es necesario ponerse la vacuna para poder “ponerle bonito” al trabajo “otra vez”.
Sin embargo, a Emeterio le preocupa que siendo un adulto mayor aún no lo llamen. De acuerdo con el costumbrista desde que llegó la pandemia se ha cuidado mucho y, aunque al principio no salía de su casa, confiesa que ahora sale con más frecuencia.
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“Vea, uno está acostumbrado a esta vida de que hoy estoy aquí, mañana estoy en la radio, mañana en un hotel en Guanacaste, otro día en Pérez Zeledón y hablando con la gente; entonces imagínese que es encerrarse y ver las noticias que estaban dando al principio, yo decía: ‘me voy a morir en la casa’. Pues bueno, ya me tire a la calle, pero no crea, yo tengo mucho cuidado: me pongo la mascarilla y me lavo las manos a cada ratito, porque eso es lo mejor que yo puedo hacer”, afirma.
Y aunque asegura que ya tiene “todos los años”, su pasión es trabajar, hacer bromas y conocer gente nueva. Asegura que la vacuna le dará esa seguridad que ahorita no tiene, pues conforme cumple años se siente cada vez más joven.
“Yo tengo todos los años, pero tengo ganas de casarme otra vez, porque me siento joven. Yo era viejo cuando tenía 20 años, ahora yo me siento muy joven: siempre vivo, inventando cosas, chistes, programas, chambonadas y todo tipo de carajadas. Yo veo muchachos que tienen 20 años y son muy amargados, están metidos desgraciadamente en un vicio que los tiene hechos leña y yo, a mí edad, estoy pura vida”, comenta.
De hecho, esas ganas de hacer siempre cosas nuevas lo motivaron a crear La granja, un proyecto que empezó a producir recientemente junto al Teatro Molière, Rosibel Carvajal y Jaime Castro.
La granja es una serie que tiene una duración de 30 minutos cada capítulo.
“Es un programa muy lindo. Ya hicimos el programa piloto y es muy bonito porque es muy costarricense. Es una aventura con mucho humor, de Emeterio haciendo sus tortas, enamorado de todo e inteligente, porque yo soy un campesino que enredo a todo el mundo y es un vacilón. Además, lo grabamos en un lugar muy natural, con un escenario de película”, adelanta.
La producción se está grabando en una finca en Guapiles y el propósito es poder vendérsela a alguna televisora nacional.