Con buzos y un helicóptero sigue la búsqueda de Keibril en Cartago

10 días después del triste suceso, de la pequeñita no se sabe nada. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) encontró hace unos días ropa de bebé ensangrentada en un cañal de Juan Viñas, en Jiménez, pero todavía no trasciende si las prendas y el fluido corresponden a Keibril.

Mientras tanto, un piloto del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA) del Ministerio de Seguridad Pública comandó un helicóptero para revisar puntos específicos de esa finca de caña ubicada en una zona conocida como el Trapiche, en Juan Viñas. Simultáneamente, buzos revisan quebradas y un río que cruzan la propiedad, para tratar de encontrar algún indicio de la menor.

El SVA aérea informó este miércoles por la tarde que las labores de rastreo son en colaboración con la Policía Judicial. No obstante, desde el aire las imágenes permiten dimensionar las dificultades de la búsqueda, pues los cañales están altos y es difícil ver si hay bultos o otros indicios que ayuden a encontrar a Keibril.

Además del cañal, a la bebé la han buscado en un botadero, en finca Las Mesas, en Paraíso y en un embalse.

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Apenas el lunes pasado el director interino del OIJ, Rándall Zúñiga, reconoció que los esfuerzos continúan, pero luego de tanto tiempo es difícil que una bebé de nueve meses pueda sobrevivir.

El único sospechoso de sustraer a la bebé es un sujeto de apellido Casasola, de 33 años, quien es el padrastro de la madre de Keibril. El móvil del robo sería evitar que le practicaran una prueba de ADN a la niña para confirmar que él es el padre.

No obstante, gracias al tamizaje que se le practica a los recién nacidos y muestras tomadas al sospechoso, esta semana se confirmó que él es el padre. Esto significa que a Casasola ya no solo se le investiga por la sustracción de Keibril, sino por la violación de su hijastra, que al momento de quedar embarazada tenía 12 años.

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