La Sala IV ordenó a la Municipalidad de La Unión identificar todas las construcciones ilegales de viviendas que existen en los cerros de La Carpintera y gestionar el inicio de los procedimientos respectivos, con el fin de ajustar a derecho la situación en la zona.
En la sentencia número 2019-21889, dictada este viernes de forma unánime, los magistrados resguardan el derecho de toda persona a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, según el artículo 50 de la Constitución Política.
Además, procuran proteger la vida humana, ante el riesgo de que se realicen construcciones sin regulación en una zona donde existen grandes riesgos de deslizamiento.
“El estado costarricense se encuentra obligado a velar y a adoptar las medidas que garanticen la defensa y preservación efectiva del medio ambiente. El derecho a la Constitución exige utilizar todos los medios disponibles para preservar el ambiente. En materia ambiental, tanto la administración como la ciudadanía en general tienen la obligación de velar por su protección”, indica el fallo.
El amparo fue interpuesto por un grupo de vecinos de La Unión, quienes anteriormente habían acudido a las autoridades municipales para evidenciar el problema ocasionado por construcciones ilegales en La Carpintera; sin embargo, tales gestiones fueron ignoradas.
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Ahora, a partir de la notificación de la sentencia, el alcalde de La Unión, Luis Carlos Villalobos Monestel, tendrá un mes para verificar todas las construcciones ilegales que existen en el área.
Pasado ese plazo, deberá ordenar el inicio de los procedimientos respectivos para ajustar a derecho las edificaciones; sin embargo, no se precisa si eso significa demoler.
Pese a que se intentó conocer la versión del alcalde Villalobos, este no respondió las llamadas realizadas a los tres celulares que aparecen a su nombre.
La Zona Protectora Cerros de la Carpintera, ubicada al sureste de la ciudad de San José, fue establecida como área silvestre protegida en 1976, con el fin de preservar un área de recarga acuífera y rica biodiversidad que alberga 663 especies de plantas, 31 de mamíferos, 187 de aves y 178 de mariposas (146 diurnas y 32 nocturnas).
Anomalías desde el 2012
Según una publicación de La Nación de setiembre del 2014, las irregularidades en La Carpintera ocurren desde el 2012, cuando 100 familias ‘urbanizaron’ unos terrenos considerados como no aptos para construir, sin permiso de la Municipalidad de La Unión.
La primera alerta sobre una situación anormal la tuvo el gobierno local en el 2012, cuando observaron construcciones en una zona denominada de amortiguamiento (no apta para construcciones), que se ubica entre el área protegida de La Carpintera y las comunidades de Santiago del Monte y calle Girales.
Estos lotes eran vendidos, según tamaño, entre los ¢6 millones y los ¢20 millones.
El geólogo Blas Sánchez Ureña, también de la CNE, en un informe del 9 de mayo del 2014, determinó que el terreno en calle Girales “no posee condiciones aptas para la construcción de viviendas o el establecimiento de asentamientos humanos”.