Fue en el 2012 cuando José Esquivel y Jennifer Saborío aprovecharon el espacio del polideportivo de Belén para entrenar allí. El mundo se convirtió en su gimnasio con algunas mancuernas, barras y otras herramientas rudimentarias. Paulatinamente, cuenta, algunas personas se fueron interesando por su método y se unieron a las clases. El grupo, que entrenaba en Belén y La Sabana, creció gracias al atractivo del entrenamiento funcional: sin máquinas, pesas o salones rodeados de espejos.
Desde marzo de 2013, el grupo cuenta con su propio espacio en Lindora, bajo el nombre RAW OUTDOOR Fitness varias disciplinas se unen para crear un entrenamiento que nunca se repite y que siempre es retador.
"La base del programa es entrenamiento funcional pero también se combinan disciplinas como gimnasia, atletismo, tactical fitness, calistenia, hipertrofia y pliometría entre otros. Realmente es un concepto 360 para que ni la mente ni el cuerpo se acostumbren y se vean resultados de una forma más eficiente no solo a nivel de composición corporal sino también de capacidad física", explica José, propietario del centro de entrenamiento.
A pesar de ello, todos los ejercicios tienen variaciones adaptadas para cada persona, desde el más sedentario hasta el más atlético.
Reto para todo el cuerpo
Para conocer realmente el método, visitamos RAW en julio, poco después de que se convirtiera en el primer centro de entrenamiento en obtener la marca país Esencial Costa Rica y de realizar un convenio con la marca de implementos deportivos Under Armour. Actualmente cuentan con otra sede en el Coco, Guanacaste y es posible que aparezcan nuevos espacios de RAW Outdoor Fitness en el país.
RAW consiste en una gran espacio abierto, con una zona techada pero sin paredes. Algunas barras, pesas rusas y balones medicinales están cuidadosamente acomodados a los lados. Al lado una pista de atletismo rodea la vegetación y bordea un río. En medio de una zona en media explosión comercial e inmobiliaria -Lindora-, entrar a RAW es darle la espalda al ajetreo cotidiano para dedicarle varios minutos diarios al cuerpo.
Al llegar a la clase, José se para frente a la pizarra y anota cada uno de los nueve ejercicios que se realizarán ese día durante unos minutos. Entre ellos habrá 45 segundos de descanso y se deben completar, en total, tres vueltas. Correr, lagartijas, levantar una pesa rusa hasta la altura del pecho, desplantes, tirar de cadenas, empujar un mazo ante una gran llanta de tractor, entre otros, son parte de la lista de movimientos.
No hay músculo que no se sienta tras una vuelta y eso es justamente lo que hace divertida la clase de RAW OUTDOOR Fitness. Surge, además, ese apoyo instantáneo de entrenar al lado de un total desconocido, ese "te entiendo, porque esto lo sufrimos juntos y lo superamos juntos" silencioso con un muchacho que inicia en la misma estación que yo.
Algunos de los ejercicios me resultan fáciles, como el KB Thruster -una especie de sentadilla con una pesa rusa en las manos en la cual, al levantarse, es necesario extender los brazos arriba de la cabeza-. Otros, me parecen simples y terminan insultando a mi orgullo crossfitero, como las lagartijas en los "paralettes" o barras que termino haciendo con los pies en el suelo ya que resulto incapaz de manejar el peso de mi propio cuerpo.
Ese es el secreto de entrenar al aire libre, siempre hay ejercicio posible, sin importar el nivel. Siempre habrá cosas fáciles y otras por trabajar, sin importar el orgullo. Lo que queda es el alivio de que las rondas suceden y, a pesar del cansancio, insistimos en continuar en movimiento. Nos basta nuestro propio cuerpo y elementos simples pero efectivos, para sentir que estamos vivos.
La clase termina con un estiramiento extenso, con movimientos de yoga incluidos. Todos los que están allí saben que no pagan por el derecho a usar máquinas o a un plan de ejercicios que se cambia cada seis semanas. "RAW atrae a los clientes por ser un concepto diferente e innovador, por la buena vibra que tiene el lugar y las personas que entrenan ahí, el profesionalismo de los instructores y el sentirse como en familia desde el primer dia que entrenan con nosotros", concluye José.