La Primera División del baloncesto masculino y femenino de Costa Rica está muy lejos de ser profesional o al menos acercarse a ello. Recibir salario en este momento es una excepción a la regla.
Con eso claro, ¿cómo mantener un equipo consolidado? La receta del campeón nacional ha sido eficiente: con oportunidades de estudio.
ARBA San Ramón tiene convenios con universidades, lo que le permite ofrecer descuentos a sus jugadores en carreras, algunas como Medicina quedan exentas de esa posibilidad.
Las becas pueden ser del 100% o un porcentaje menor; eso dependerá de la carrera que elijan.
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Han tenido acuerdos con la Universidad Santa Paula, la Universidad Internacional de las Américas y actualmente con la Universidad San José.
Eso les ha permitido tener jugadores motivados y, sobre todo, comprometidos.
El presidente de la institución, Franklin Cubero, asegura que el grupo ha cambiado poco en los años recientes y esa es una de las razones.
Cubero comentó que jugadores como Jefny Anderson, Herson Harris, Rogelio Arias y el mismo técnico Daniel Simmons han aprovechado el beneficio.
Además de ese apoyo, Cubero hace hincapié en el trato que reciben y las condiciones en las que se desarrollan.
"Muchos son jugadores que vinieron hace años y hoy están muy contentos. Tratamos de saber cómo están, su condición y ayudarlos. No solo es jugar baloncesto".
Para proporcionar los viáticos y cubrir el costo del campeonato (entre ¢125.000 y ¢250.000), ARBA se ampara en su principal patrocinador, Coopenae, pero además tiene otros, algunos funcionan por canje y otros con dinero.
Así han logrado sostenerse en una máxima categoría que desde hace algunos años viene perdiendo interés, muestra de ello es la pobre asistencia a los partidos.
"Este año en particular bajó, obviamente con marcadores de grandes diferencias, las personas no van a los gimnasios. En finales sí llegó más gente, pero no es lo mismo de años anteriores", admitió el jerarca, quien tiene 11 años al frente de los moncheños.
Reconoce que es uno de los momentos más difíciles del baloncesto. Apenas participaron cinco equipos y el nivel fue bajo.
"Es cierto que no es el nivel que uno espera, pero nuestro objetivo siempre es ser los mejores, la idea siempre es ganar, algunos jugadores y dirigentes le echan culpa a Federación, pero creo que quienes tienen que poner barbas en remojo son los dirigentes porque ellos al final eligen cómo jugar", expresó.
Cubero dice que es difícil señalar un solo problema como causante del momento de la Primera División, pero considera que la Fecoba hace un buen trabajo en ligas menores, y eso se verá en un futuro.
“Hay gente que se ha dedicado a hablar tonterías y solo criticar, no se arriman, no van a votar para ser parte de soluciones”, agregó.
San Ramón no tiene ninguna intención de alejarse del baloncesto, sus ligas menores crecen y desde este año agregaron un equipo a Liga Superior femenina.