No hay nadie que pueda negar que Saprissa golpeó un poco más el orgullo de Alajuelense con otra victoria en el clásico (2 a 0), esto es lógico y evidente. No obstante, este impacto no le alcanza a la S, los morados no tiene otro camino más que sacar la calculadora y empezar a sumar y restar para ver si les es posible meterse entre los cuatro mejores.
La victoria en el Estadio Nacional le dio vida al Monstruo y aunque sus opciones son muy complejas, ahora están a siete puntos del cuarto lugar (Herediano con 26) con 15 en disputa. Además, los tibaseños ya no son últimos, tampoco consumaron una eliminación a manos del archirrival y salieron de un bache de seis choques sin victoria en el Torneo de Clausura 2022 (cuatro derrotas y dos empates).
Ahora, de nada le servirá a los tibaseños lo que hicieron frente al León si no firman un cierre perfecto en los cinco partidos que restan. No es una exageración, los números son muy claros y sí o sí los dirigidos por Jeaustin Campos deben sumar cinco triunfos al hilo para llegar al número que da el boleto.
El tema es simple, Campos y los suyos tienen 19 unidades y con 15 más llegan a 34, justo este número es el que se proyecta como el mágico para estar del otro lado y no firmar una eliminación. ¿Por qué 34? Porque si utilizamos las matemáticas podemos descubrir que es la cifra a la que llegaría el cuarto del Torneo de Clausura si mantiene su rendimiento actual.
El gran problema para los saprissistas es que en todo el campeonato no han tenido la más mínima constancia y lo más que ligaron fueron dos ganes seguidos. En el cierre están forzados a hacer algo extraordinario para salvar la campaña, lo que implica superar en la Cueva a Pérez Zeledón, luego ganarle a Guadalupe en el Colleya Fonseca, festejar en casa frente a Jicaral y a Sporting FC y cerrar sumando de a tres en el Allen Riggioni ante Grecia.
El tema es que el Saprissa no pesa en este certamen y de seis duelos ahí, el local solo triunfó en uno, mientras que en las otras presentaciones se registraron cuatro derrotas y una igualdad.
Así mismo, salvo los jicaraleños, el resto de adversarios del Monstruo lo superan en la tabla y tienen las mismas o más opciones por meterse en las semifinales.
“A partir de ahora debemos mirar hacia adelante, no podemos ver hacia atrás y sabemos que estamos lejos, que son siete puntos los que nos separan del cuarto y quedan 15 por jugar, así que no nos queda margen de error. Todos los rivales contra los que jugamos están encima nuestro, así que esto también es importante, pero si ganamos los cinco partidos nos metemos”, comentó Mariano Torres.
Ricardo Blanco añadió que: “dimos un paso más y es importante, pero no podemos esconder que hemos hecho un torneo terrible... Es bueno haber ganado, pero hasta ahí, falta mucho y debemos cerrar bien”, dijo Ricardo Blanco.
El golpe de una eliminación sería muy fuerte para los morados, quienes desde el Invierno 2010 no quedan fuera de una segunda fase de un torneo. Es decir, por primera vez en 12 años los tibaseños no lucharían por el título en las instancias decisivas.
El gran obstáculo es que al Monstruo no le alcanza solo con cumplir con su tarea, sino que le urge que los demás rivales que lo superan tropiecen y que al menos uno de los clubes que está entre los cuatro de arriba se caiga