Ian Alemán Gaitán es el hijo menor de Allan Alemán y el matrimonio que tuvo con Natalia Gaitán. Hoy es el futbolista que brilla en la categoría U-11 de Unafut, pero también es el niño que estuvo a punto de dejar de jugar hace un tiempo porque no tenía forma de trasladarse a entrenar.
Ian cuando tenía siete años hizo hasta lo imposible por ir a entrenar con el Saprissa élite; en ese tiempo los morados practicaban en las instalaciones de Pipasa (en Belén), pero en un momento tanto él como su madre, quien lo llevaba, se cansaron.
“Era muy pesado. Imagínese que era agarrar bus como locos cada vez que Ian salía de la escuela, recorrer todo San José y llegar a Belén... Y luego lo mismo pero de venida. Entonces un día yo me cansé e Ian también... Ya no queríamos ir más”, reveló Natalia
En aquel momento la joven carrera deportiva de Ian empezó a tambalearse, aunque apareció la oportunidad de ir a Uruguay de Coronado, institución que mantuvo la ambición deportiva del niño para luego pasar a una filial tibaseña en en el Alto de Guadalupe.
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“Ian ahí la reventó y un día hablando con Allan (el padre) decidimos que lo mejor era que fuera a la élite, pero yo le hice saber a Allan que el traslado de Ian debía ser ágil para que no pasara lo que ya había sucedido. Entonces don Jorge Alemán, papá de Allan, es el que lo lleva”, resumió.
Sobre el menor de sus hijos, Natalia es clara que es mejor que su hermano mayor, Fabricio, quien actualmente milita en la Primera División de Saprissa.
“Es mucho mejor que Fabricio, se lo garantizo, hasta Fabricio lo dice”, declaró entre risas.
A los 10 años, Ian ya comenzó a hacerse un nombre en el fútbol nacional. Pese a su corta edad, Ian sorprendió a todos en la última campaña de divisiones menores de Unafut, ya que fue el futbolista con más goles en todas las categorías que se disputaron al conseguir 22 celebraciones en la temporada.
Ian ha seguido los pasos de Fabricio y Kenny, sus hermanos mayores que también han destacado en el Saprissa.
De hecho, el menor de los tres es el que más jugo le ha sacado a los consejos que le da su padre, futbolista exitoso de los saprissistas en los 2000.
”La clave ha sido seguir los consejos que me dice mi papá. Que esté tranquilo cuando esté frente al marco”, resumió en declaraciones dadas a la Unafut.
Allan estuvo en la premiación donde reconocieron a su pequeño. “Es un reconocimiento al niño por el esfuerzo, por el estudio y para los padres. Lo que más me llena es verlos, sonreír y triunfar”, acotó.
Por otra parte, el Kenny Alemán de 16 años ahora juega en Guadalupe, donde espera tener la oportunidad que no tuvo vistiendo la camiseta de Saprissa.
“Al que no le gusta el caldo se lo dan dos veces dicen, pues en mi caso fue tres (risas)... A mí el fútbol no me gustaba, pero ya ahora el sentimiento de madre me ganó y soy la más fiebre por ellos. La verdad ha sido una experiencia muy bonita”, finalizó Natalia Gaitán.