Costa Rica fogueará mañana a un equipo que por primera vez disfruta de la ilusión mundialista.
Eslovaquia es debutante en la gran cita, al menos como nación independiente, tras separarse de República Checa en enero de 1993.
Se clasificó en el difícil grupo 3 de la eliminatoria europea, junto a los checos, Eslovenia, Irlanda del Norte y Polonia. También estaba la débil San Marino.
Están dirigidos por el entrenador Vladimir Weiss, un eslovaco de 45 años que disputó el Mundial de Italia 90 con Checoslovaquia. Estuvo en banca de suplentes en el duelo de octavos de final ante Costa Rica (la Tricolor cayó derrotada 4-1).
El reto de Weiss, y de la Selección en sí misma, es hacer olvidar la permanente sombra checa que todavía permea la vida eslovaca.
Weiss será el entrenador más joven durante la cita sudafricana. Al otro extremo está el alemán Otto Rehhagel, timonel de Grecia, quien cumplirá 72 años en agosto.
También sobresale Martin Skrtel, en la zona defensiva. Que tomen nota los delanteros ticos: juega en el Liverpool de Inglaterra y mide 1,93 metros. Apuntemos que ya Costa Rica se midió ante rivales de tales dimensiones, el martes en Suiza, con un saldo favorable.
Por su parte, Robert Vittek es la figura en el ataque, con 1,87 de estatura y un natural instinto depredador para cazar balones.
En el cuadro eslovaco también juega Vladimir Weiss, hijo del entrenador y abuelo de otro futbolista eslovaco del mismo nombre.
Los europeos están sembrados en el grupo F de Sudáfrica 2010, junto al campeón defensor Italia, Paraguay y Nueva Zelanda.
Si los italianos no se derrumban prematuramente, la lucha será con Paraguay por obtener el segundo boleto rumbo a los octavos de final.
Costa Rica se medirá a esta cara fresca del ámbito mundialista. El proceso es lento, pero la sombra checa está cada día más superada. Se usó información de