Radio ADN de Costa Rica(90.7), del Grupo Nación, organizó, el viernes pasado, en el auditorio de este periódico, con ocasión de su primer aniversario, el mejor programa radial que se ha producido en Costa Rica, en el marco del programa internacional Hora 25 Global, de la Cadena Ser, de España, que congrega 1.200 emisoras en América Latina, España y EE. UU. El tema no podía ser sino “el narcotráfico en Centroamérica”, realidad ominosa.
Esta cátedra radial fue posible por la organización, por el elevado nivel profesional, de contenido y de forma, de los presentadores, de Costa Rica, México y Colombia; por el conocimiento y vasta experiencia de los analistas: Jorge Chavarría, fiscal general de Costa Rica; el general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional de Colombia, y Alejandro Poiré, portavoz de Seguridad del Gobierno de México. Se entrevistó, asimismo, a la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla; al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y al secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Esta no fue una pasarela de famosos, sino el encuentro, por la magia de la radio y de otros medios de comunicación, de profesionales y políticos, ante un auditorio presente, reflexivo y angustiado, y una audiencia a distancia, igualmente preocupada, frente a un desafío global que ha aprovechado la vulnerabilidad de Centroamérica para acceder a los mercados de Estados Unidos y Europa.
Si el panorama del narcotráfico y del consumo interno de la droga en Centroamérica, presentado por Kenneth Rojas, de ADN Costa Rica, es una realidad palpitante y mortífera, que mata más seres humanos que en las horas más sombrías de la historia del Istmo y que avasalla el santuario íntimo de las personas y de las familias, nuestra condición geográfica de bodega y escala, rumbo a EE. UU. y Europa, nos sumerge en el mundo de lo impensable.
Lo impensable es que los centroamericanos estamos solos. Este es un ataque sin tregua contra la seguridad nacional, la democracia, la libertad y la dignidad humana, nuestros más preciados valores. En esta lucha estamos solos, aunque los Gobiernos de EE. UU. y de Europa desplieguen las banderas morales de la corresponsabilidad. Por primera vez en la historia, legiones de enemigos zarpan de nuestras costas rumbo a EE. UU. y Europa a descuartizar los cuerpos y degradar las almas y conciencia de sus habitantes' y, al parecer, esta invasión no los desvela. Este es el mayor negocio financiero del mundo. Este es el detonante de esta hecatombe, pero ¿cuántos banqueros –dijo el presidente Santos– sufren cárcel? Sea lo que sea, no debemos aflojar. En el ADN de nuestra historia tenemos la respuesta.