La Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología acertó al declarar la vacunación contra la covid-19 obligatoria para los funcionarios y empleados del sector privado cuyos patronos lo definan como requisito laboral.
La decisión la ampara el fallo de la Sala Constitucional. Los magistrados dejaron claro que la vacunación de los trabajadores tiene como fin el resguardo de la salud pública y la prevención de las enfermedades. Esta resolución tiene múltiples precedentes.
El trasfondo de ambas acciones, la de la Comisión y la de la Sala Constitucional, fue sopesar el ejercicio de los derechos, las libertades y la salud, para definir cuál prevalece.
El análisis se basó en contrastar el derecho a la libertad individual de rechazar la administración de la vacuna con el derecho colectivo a la salud pública y la necesidad de la prevención de enfermedades, que, en el caso de la covid-19, puede significar para las personas contagiadas desde efectos temporales hasta permanentes, y, para la vida de los demás, una grave amenaza.
Se sopesaron los derechos a la libertad, la salud y la vida, sin irrespetar el individual, pues en un Estado social de derecho como el nuestro debe primar el de la colectividad, y de ahí procede la validez constitucional de la obligatoriedad.
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No obstante, con tan solo un 40 % de la población inoculada contra el nuevo coronavirus, yerra la Comisión al dejar a la voluntad de los patronos la decisión de incorporar el medicamento en la lista de requisitos laborales. Por el contrario, lo pertinente es llamar al empresariado a establecerlo de manera definitiva.
También se equivocan las empresas que incentivan la inoculación a cambio de regalías a sus trabajadores, porque mandan una señal incorrecta. Lejos de educar y apremiar a los colaboradores en esta responsabilidad colectiva, la monetizan.
Yerran, asimismo, los sindicatos que se oponen a la medida. Los llamados a proteger a los empleados públicos enarbolan la bandera equivocada, en favor de unos pocos, y olvidan que la vacunación debe ser uno de los múltiples componentes de la salud ocupacional.
El enfrentamiento de la pandemia es colectivo, solamente cuando la mayoría estemos vacunados, estaremos protegidos.
La autora es politóloga.