La CNFL redujo sus jefaturas, departamentos y secciones con el propósito de alivianar su estructura interna y modificar los salarios de sus empleados.
El número de direcciones en la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) pasó, a partir de este mes, de ocho a cinco; sus departamentos disminuyeron de 31 a 18, y sus secciones o áreas se redujeron de 67 a 51.
Con estos cierres, Víctor Solís, gerente de la entidad, pretendió eliminar las dependencias innecesarias para así “tomar decisiones más ágiles y reorientar mejor a la empresa”. Según dijo, todas las funciones de las áreas desaparecidas subsisten, pero fueron redistribuidas.
“El propósito, con estos movimientos, es tener una estructura más liviana, con menos dependencias, que nos permita agilizar procesos. A la gente la estamos utilizando en otras áreas de la empresa”, declaró el jerarca.
Esta medida no implicó despidos, pero sí reubicación de empleados. Por el momento, quienes fueron trasladados no sufrieron variación en su sueldo, aunque ahora ocupen puestos de menor jerarquía.
Sin embargo, eso cambiará en enero del 2016, pues, según el jerarca, ese mes entrará a regir una nueva escala salarial que usará como referencia los sueldos del mercado y así garantizará que los de la CNFL sean razonables. La escala será aplicada a toda la planilla, de 2.100 personas.
“Al concentrar y variar las funciones (...), los puestos ya no responden al manual de puestos. Por ello, es necesario revisarlo y realizar un estudio de salarios de mercado, para establecer qué es lo que corresponde con la nueva definición de funciones”, dijo Solís.
Estas medidas para recortar gastos y costos operativos le ayudarían a la Compañía a mitigar la severa crisis económica que atraviesa. En agosto pasado, se reveló que la empresa se ahogaba en deudas y registraba ¢7.000 millones en pérdidas, producto de una administración deficiente.
Tanto Solís como Sergio Saborío, secretario general del Sindicato Industrial de Trabajadores Eléctricos y de Telecomunicaciones (Sitet), aseguraron que el recorte de oficinas y las modificaciones salariales fueron parte de una negociación pacífica y sana entre Gerencia y funcionarios.
“Llegamos a un entendimiento; no nos preocupa que nuestros sueldos cambien. Si hay personas que ya no van a ser directoras, que se les baje el salario; que eso se defina conforme a lo que cada quien hace”, declaró Saborío.
El sindicalista agradeció que en la empresa “haya ahora menos caciques y más indios”, pues, según dijo, antes “eran demasiadas las jefaturas sin sentido”.
La Compañía, subsidiaria del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), procedió al cierre de tres direcciones: Ambiente, Recursos Humanos y Producción.
Más medidas. La CNFL también creó la Unidad de Mercadeo Estratégico y Operativo para atender a sus clientes estratégicos y darles un servicio personalizado.
Además, abrió la Unidad de Desarrollo de Negocios para diseñar otras fuentes de ingreso con el uso de energías como la solar, la eólica y la biomasa, por ejemplo.
La nueva Unidad de Gestión de Pérdidas de Energía pretende identificar los comportamientos y conductas anómalas en los suministros de energía eléctrica.
Estas nuevas decisiones de la Gerencia, tendientes a recortar gastos y optimizar recursos, se suman a las tomadas en el 2014 para mitigar la crisis financiera.
Entre esas, estuvo el programa de movilidad laboral voluntaria, con el que la Compañía logró que 114 empleados, el 5% de su planilla, se acogieran a este. También modificó la metodología para fijar las anualidades . Ahora, el aumento del 4,5% anual se calcula sobre el salario base y no sobre el bruto, como antes.
Entre las salidas de la CNFL estuvo pedir a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) un alza de 12,37% en las tarifas de luz de sus 520.000 abonados. La empresa no percibía ajustes desde el 2011.
La Aresep le aprobó un aumento en enero, pero solo del 6,67% , correspondiente a las compras de energía al ICE. El resto se lo rechazó por haber ofrecido datos insuficientes.
Ante esto, el 19 y 20 de enero, la CNFL presentó dos recursos de apelación en subsidio. Estos todavía están siendo evaluados por la Intendencia de Energía de la Aresep, confirmó ayer su vocera, Carolina Mora.