Johannesburgo. AFP. Decenas de miles de sudafricanos y muchos mandatarios despidieron ayer a Nelson Mandela , el hombre que venció al apartheid, con un mensaje de reconciliación.
En el estadio Soccer City, en Soweto, donde se rendía homenaje a Mandela, fallecido el jueves a los 95 años, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacó la capacidad del primer presidente negro sudafricano de seguir acercando, de manera póstuma, a personalidades y países adversos entre sí.
Mandela “demostró la poderosa fuerza del perdón y su capacidad de unir a la gente” y hoy “lo ha hecho de nuevo”, dijo Ban.
Un breve encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro, mandatarios de EE. UU. y Cuba, aportó una nota imprevista a una ceremonia muy deslucida por la lluvia y los abucheos constantes del público al presidente sudafricano Jacob Zuma, cuya imagen soportó mal el contraste con Mandela.
Unas 55.000 personas asistieron al acto, pero se mostraron más festivas y bulliciosas en los alrededores del estadio y en los pasillos, a resguardo del frío, que en las gradas.
La sensación de estar ante un momento único atrajo a gente de a pie, a periodistas y a celebridades.
Mandatarios. En su discurso, Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, calificó a Mandela de “gigante de la historia, que dirigió a una nación hacia la justicia”.
Castro recordó, por su lado, la amistad del líder sudafricano con su hermano Fidel Castro y los vínculos creados por el apoyo cubano a los movimientos rebeldes africanos en los años 70.
“Jamás olvidaremos cuando Mandela nos visitó en 1991 y dijo que el pueblo cubano tiene un lugar especial en el corazón de los pueblos africanos”, afirmó.
La presidenta Dilma Rousseff aludió a la “sangre africana” que corre por las venas en su país.
“Nosotros, la nación brasileña, que tenemos sangre africana en nuestras venas, celebramos y lloramos a este gran líder que forma parte del panteón de la humanidad”, agregó Rousseff, una exguerrillera que, al igual que Mandela, padeció años de cárcel y brutales maltratos durante el régimen militar de dos décadas (1964-1985).
En el estadio de Soweto donde se llevó a cabo el homenaje, Mandela hizo su última gran aparición pública, el 11 de julio del 2010, en la final del Mundial de Fútbol que España le ganó a Holanda.
Homenaje. El acto empezó con el himno nacional sudafricano – Que Dios bendiga a África – entonado con orgullo por los asistentes bajo una lluvia tenaz.
También se realizó un pequeño homenaje en la prisión de Robben Island, donde Mandela pasó 27 años hasta su liberación en 1990.
“Mandela se llevó de la cárcel su experiencia de convivir con diferentes razas, culturas y tendencias políticas, para pedir la reconciliación”, expresó en la ceremonia Lionel Davis, un exprisionero.
La ceremonia fúnebre abrió cinco días de homenajes antes del entierro de Mandela , el domingo, en Qunu, un poblado donde pasó una infancia feliz y de donde se fue cuando murió su padre.
“Qunu era todo lo que conocía, y lo amé de la manera incondicional en que un niño ama su primer hogar”, explicó en sus memorias, El largo camino a la libertad.