La manifestación tiene previsto encontrarse en la capital con grupos de legisladores y autoridades migratorias mexicanas para pedir que se elimine la visa de ingreso a México, una medida que creen contribuirá a disminuir los riesgos que implica moverse clandestinamente para unos 400.000 centroamericanos que cada año cruzan México para llegar a territorio de EE. UU.
Asimismo, tienen previsto reunirse con el canciller de Honduras, Mario Canahuati, antes de proseguir su recorrido hacia el noreste del país, al estado de Tamaulipas, donde se han registrado matanzas de emigrantes.
La caravana, de unas 300 personas, llegó hasta la catedral, en la plaza del Zócalo, en el centro de la capital, tras hacer un recorrido de seis días que comenzó en la frontera de México con Guatemala y que siguió las rutas que habitualmente utilizan los emigrantes.
A su ingreso a la catedral, el sacerdote católico y activista por los derechos de los migrantes Alejandro Soladinde reclamó una acción decidida de las autoridades mexicanas para frenar los crímenes contra cientos de miles de emigrantes que cada año tratan de cruzar México para llegar a EE. UU.
El domingo, la caravana sufrió en Puebla un incidente cuando policías municipales detuvieron el vehículo de escoltas del Gobierno federal para proteger a Solalinde, blanco de amenazas de los grupos del crimen organizado y particularmente del cartel de Los Zetas por su protección a los emigrantes.