Un condenado demoró dos horas en morir tras recibir una inyección letal el miércoles en Arizona, una agonía sin precedentes que eleva el tono de la controversia en Estados Unidos sobre este método de ejecución penal.
Un condenado demoró dos horas en morir tras recibir una inyección letal el miércoles en Arizona, una agonía sin precedentes que eleva el tono de la controversia en Estados Unidos sobre este método de ejecución penal.