Héiner Ordóñez Suazo, dueño del bar y restaurante Bajo Mundo, que está junto al río Zapote en barrio Verdún, mantiene a sus empleados en labores de limpieza, luego de perder unos ¢38 millones en moviliario y equipo por la avalancha que generó el huracán Otto.
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La noche del jueves, solo 20 minutos antes de que las piedras y el lodo mataran a cuatro vecinos de Guayabo de Bagaces, una familia entera salvó su vida al entender que la lluvia provocada por el huracán Otto no les traería nada bueno.