La misma noche en que entró el huracán Otto al país, el viceministro de Trabajo, Hárold Villegas, consintió una fiesta con licor en un edificio público, la cual se convirtió en un dolor de cabeza para los oficiales de seguridad.
La misma noche en que entró el huracán Otto al país, el viceministro de Trabajo, Hárold Villegas, consintió una fiesta con licor en un edificio público, la cual se convirtió en un dolor de cabeza para los oficiales de seguridad.