La desesperación de abrir el grifo y no recibir ni una gota, impulsa cada vez más a que familias de la Gran Área Metropolitana (GAM) salgan a comprar tanques para almacenar el líquido en sus casas.
En un sondeo realizado por La Nación entre ferreterías y empresas que venden tanques, se confirmó que en los últimos años hubo un repunte en las ventas de estos productos hasta en un 50%.
“Hace cinco años la venta era un asunto estacional. Entonces vendíamos unos 600 tanques mensuales, pero ahora se ha venido incrementando y colocamos unos 1.200 por mes”, resaltó el gerente general de la Casa del Tanque, David Peña.
El precio promedio más bajo de un tanque para consumo familiar es de ¢70.000. A eso se debe sumar su instalación, que puede variar entre ¢100.000 y ¢450.000, según el costo de la mano de obra y si el usuario decide instalar además un sistema de bomba de agua.
Necesidad. “El agua se va todos los días. Uno se levanta a las 6 a. m. y ya no hay agua. Llega a las 9 p. m. y muy sucia. Ya no podemos seguir así y por eso vinimos a ver los precios de los tanques para instalar uno en casa”, comentó Teresa Contreras, vecina de San Sebastián, quien fue este viernes a sondear precios junto con su esposo Roberto Rojas.
En su comunidad ya llevan 22 días con racionamiento de este servicio básico, que reciben solo 12 hora cada día.
En la Casa del Tanque, en Paso Ancho, aseguran que las ventas han mostrado un crecimiento del 12% al 13% anual.
“Pese a que actualmente los tanques son una necesidad y mucha gente está desesperada comprando , nosotros no hemos variado los precios desde hace cuatro años”, afirmó el gerente Peña.