Si usted vio una bicicleta eléctrica en carretera y se antojó de una para evadir las presas, sobrellevar la restricción vehicular, ahorrar dinero en combustible, pasajes de autobús o simplemente quiere hacer un poco de ejercicio mientras se traslada, hay varias cosas que debe tener en cuenta.
Lo primero, según algunos distribuidores consultados por La Nación, es identificar la autonomía de la batería, eso le dirá cuántos kilómetros puede recorrer por cada carga y determinar si se adapta a sus necesidades.
En el mercado hay varias opciones con capacidad de moverse de 25 kilómetros hasta 60 kilómetros por recarga.
Si ya definió cuál modelo tiene la autonomía necesaria para cubrir sus desplazamientos diarios, lo siguiente es pensar en la topografía, pues las rutas empinadas influyen en el rendimiento de la batería.
Otro aspecto que impacta sobre la autonomía es la disposición para pedalear, si pedalea poco y lleva pegado el acelerador del motor, obviamente descargará más rápido la batería y, por ende, reducirá el número de kilómetros que puede transitar.
Superado ese tema, es clave verificar que la bicicleta que quiere comprar tenga garantía y el distribuidor tenga disponibles servicios de reparación y venta de repuestos.
“Tienen que preguntar por la garantía y las condiciones de la garantía deben estar por escrito, deben preguntar por la disponibilidad de repuestos (...) si el importador o distribuidor tienen repuestos y, además, si tienen los técnicos para revisar la bicicleta eléctrica”, dijo José López, representante de Tail G, uno de los principales vendedores de esos vehículos en el país.
Tail G vende aproximadamente 20 bicicletas eléctricas por semana.
“Nosotros le recomendamos al cliente revisar los materiales con los que está hecho su bicicleta, que la sientan y verifiquen la calidad de los materiales”, agregó López.
La vida útil de la batería y el costo de cambiarla son otros factores fundamentales; en el mercado se encuentran sustituciones de batería desde los $200, el precio depende del tipo de componentes de los que esté hecha.
Si desea la bicicleta eléctrica para trabajar en servicios de entrega a domicilio lo recomendable es adquirir un modelo que tenga dos juegos de baterías para cambiarla cuando se agote la carga y continuar con la jornada de trabajo.
“Nosotros no pretendemos venderle una bicicleta eléctrica a un cliente por el simple hecho de vendérsela, siempre le preguntamos: ¿Dónde la va utilizar? ¿En qué zona del país? ¿Cuál va a ser el trayecto en el que la va a utilizar?
“Porque si es una persona que vive en Guanacaste, en Jacó o en otra zona costera con pocas cuestas sí se le puede vender una que lleve dos pasajeros, porque tenemos modelos que aguantan hasta 160 kilogramos (...) Ahora, si la persona se va a mover por sitios empinados, hay que tomar otros aspectos en cuenta”, manifestó Fernando Carranza, propietario de Motoagencia Costa Rica.
Asegura que, en la actualidad, vende un promedio de 70 bicicletas eléctricas por mes.
Este diario publicó este domingo un reportaje sobre el aumento de bicicletas hechizas con motor y bicicletas eléctricas en las vías nacionales.
Las autoridades del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) reconocen vacíos en la legislación sobre el uso de esos vehículos, los cuales generan confusiones entre los usuarios.