Regresar a casa se volvió más que un anhelo. Se convirtió en una urgencia para muchos costarricenses que residían fuera del país y que tuvieron que hacer grandes esfuerzos para costearse un viaje que hace unas semanas no estaba previsto.

El nuevo coronavirus desató una verdadera emergencia sanitaria, pero también dejó a muchos nacionales sin empleo en el exterior y, por lo tanto, sin ingresos para sobrevivir.

Ellos volvieron al país para sentirse a salvo.

Así lo manifestaron 94 ticos provenientes de Texas, Luisiana, Colorado, Florida, Illinois, Maryland, Nueva York y Nueva Jersey; así como de Canadá y Reino Unido, que llegaron este lunes en un vuelo de la compañía United al aeropuerto internacional Juan Santamaría.

Ya el viernes pasado habían llegado otros 112 compatriotas.

Este lunes, también volvieron 12 costarricenses provenientes de República Dominicana, quienes estaban varados por la suspensión de vuelos. Llegaron en un traslado de la aerolínea Air Century.

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El regreso les devolvió un poco de paz a ellos y a sus familias.

Reencuentro

De los 106 nacionales que regresaron este lunes, 93 fueron sometidos a la prueba para determinar si portan el nuevo virus respiratorio, según confirmó el Ministerio de Salud en horas de la tarde.

Valeria Muñoz llegó temprano a la terminal aérea para recoger a su mamá, quien tiene 39 años y se encontraba en Richmond, Virginia. Para poder llegar a Costa Rica, ella tuvo que viajar a Washington y de ahí a Houston, Texas, donde esperó ocho horas para abordar.

“Ella se encontraba en cuarentena allá en Estados Unidos, entonces eso no me preocupa tanto. Sin embargo, me preocupa que compartió con personas en ese vuelo, el viaje, en el aeropuerto y demás, pero esperando que todo salga bien.

"En la casa nos preparamos con todas las medidas necesarias y la higiene adecuada”, manifestó Muñoz.

La madre, quien prefirió no identificarse, sí reconoció la gran angustia que vivió por todas las dificultades del regreso.

“No existen protocolos y este es el único aeropuerto que tiene un real protocolo; desordenado, pero lo tiene. Pasé por tres aeropuertos para llegar a Costa Rica y no existen los protocolos. Por dicha, ya estoy en casa”, señaló la mujer.

Esteban Benavides, otro de los viajeros, venía de Nueva Jersey, una zona de Estados Unidos muy golpeada por la pandemia.

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“Tengo un mes de estar en la casa porque cerraron el edificio y dicen que no habrá trabajo hasta, tal vez, julio o principios de agosto. Entonces es mejor estar aquí”, comentó.

Benavides estaba un poco molesto, pues dice que saliendo del avión los enviaron a un cuartito pequeño y caliente, sin aire acondicionado.

“No había distancia y nos tuvieron ahí cerca de una hora. Por eso vengo así, yo amo a mi país, pero no hay protocolo. Mucha gente que no viene infectada posiblemente se infectó ahí, porque con todo mundo junto no hay cómo guardar la distancia”, reclamó.

Pero José Pablo Madrigal tenía una opinión muy diferente sobre el procedimiento seguido por las autoridades. Sostuvo que tanto en aire como en tierra todo estuvo muy organizado.

“Antes de pasar a Migración los doctores se organizaron muy bien. Nos tomaron la temperatura, nos clasificaron entre quienes tenían síntomas y quienes no tenía y, después de ahí, todo estuvo de lo más bien. Éramos bastantes personas y por eso se dura bastante en salir, pero uno entiende”, aseveró.

Con órdenes sanitarias

Christopher Matamoros contó que él venía de Nueva York y que salió el pasado domingo a las 4 p. m. hacia Houston.

“A mí me sorprendió mucho porque me parece que el Ministerio de Salud está haciendo un proceso meticuloso y detallado al 100% de quienes venimos de Estados Unidos.

"Nos hicieron las respectivas pruebas, nos dieron a todos la orden sanitaria y estarán en contacto con nosotros. Por eso es que la salida se está haciendo un poco lenta, porque se están tratando de guardar las distancias y a mí me parece que ha sido adecuado en comparación con Estados Unidos”, expresó Matamoros.

Él se siente tranquilo porque dice que tiene un apartamento y ahí podrá aislarse para evitar el contacto con otras personas durante la cuarentena.

Por su parte, José Peña Sandí, uno más de los viajeros, relató que en el avión venían separados, como prevención.

“A mí me tocó solo en un asiento de tres campos. Aquí el protocolo estuvo lento, porque había que llenar el formulario, tuvieron que traer copias y para las pruebas duraron mucho en pasar a la gente para hacérselas.

"En Migración pasan a la gente de cinco en cinco y duran mucho para atenderlo a uno, pero lo bueno es que ya estamos aquí”, apuntó Peña.

Su esposa, Melissa Martínez, aguardaba por él. Según la pariente, él tenía tres años de estar en Fort Worth, Texas.

“Es una espera triste, tediosa. Es cansado porque es un viaje un poco estresante, pero gracias a Dios ya está aquí y todos los pasajeros llegaron muy bien, parece que en el vuelo no venía ninguna persona enferma, aparentemente. El cuarto mío le quedará a él solo durante estos 14 o 15 días y esperando el resultado de la prueba de este lunes, que todo salga bien”, comentó Martínez.

Mauro Delgado reseñó: “Yo vengo de Houston, todo estuvo bien, solo que parecía que no estaban organizados porque no había formularios, nos tuvieron sentados y salimos tarde, para este vuelo estaban descoordinados. En la casa me tienen ropa lista, limpia. Esta que llevo de una vez se lava y los zapatos los desinfectamos”.

Desde Luisiana arribó una familia completa integrada por Henry Montiel, Marel Ortiz y los pequeños María, Valeria y Raúl. Ellos tenían dos años en Estados Unidos.

“Nos vinimos para acá porque allá estaba un poquito complicada la cosa, cada día hay más casos. Aquí tenemos una casa de nosotros donde podemos llegar. Yo trabajaba allá y ahorita la empresa nos mandó a pedir que nos viniéramos para acá. Acá tengo mis proyectos base y después veremos”, relató don Henry.

Un caso distinto fue el de Elena Serrano Varela, porque se encontraba allá de vacaciones.

“Vengo de Texas, andaba paseando donde mi hija y todo estuvo muy bien. Por dicha, ya estoy de vuelta”, puntualizó Serrano.

Protocolo

El ministro de Salud, Daniel Salas, explicó que con las personas que llegaron este lunes al país se siguió exactamente el mismo protocolo que con todos los que han arribado en las últimas semanas.

“Se hace todo un levantamiento de las personas que vienen para Costa Rica. Desde el mismo vuelo y, previo al ingreso, se puede hacer un tamiz rápido de cuáles son las personas que pueden tener síntomas”, expresó el jerarca.

Añadió que una vez que arriban al país, se les traslada a una sala aparte, se les hace un historial mucho más específico, se les pone a llenar un formulario y se les toma la temperatura.

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“Se ve quiénes tienen síntomas compatibles; los que tengan algún síntoma o algún indicio claro de haber estado en contacto con un paciente positivo, se les procede a tomar la muestra y una vez que la tengamos, obviamente también se toman medidas adicionales en el caso de que sea positivo”, declaró.

Salas dijo que se les ordena a todos, independientemente de qué historial tengan, hacer un aislamiento preventivo, o bien, una cuarentena en el caso de los pacientes que no tengan síntomas.

“Haber estado los últimos 14 días fuera de Costa Rica ya es una situación que amerita esa orden sanitaria. Ese confinamiento en sus casas es para evitar cualquier tipo de transmisión comunitaria y obviamente nosotros les entregamos todo un protocolo, en donde dice cómo tiene que ser ese aislamiento”, explicó.

Añadió que a partir de ahí se hace un seguimiento, telefónico, cercano, día a día para ver cómo se encuentra la persona y si han evolucionado los síntomas.

“Si es una persona positiva igual, se le toma todo el historial para ver si tiene factores de riesgo o no para hacer un seguimiento todavía más estricto y que el personal médico pueda acompañar la evolución de esta persona”, recalcó.

De la comitiva que llegó el viernes pasado con 112 costarricenses procedentes de Estados Unidos, a 20 les practicaron la prueba por covid-19 y dos personas resultaron positivas.