Recetas de psicotrópicos suspendidas por caída de sistema digital

Este sistema lleva 72 horas sin operar, impidiendo a los psiquiatras que trabajan en consultas privadas emitir estas recetas. Entre los medicamentos afectados se encuentra la Ritalina, utilizado para tratar el déficit de atención, según confirmó el presidente de la Asociación, Francisco Gólcher.

Dentro de los estupefacientes se encuentran medicamentos para el dolor, como la metadona y la morfina. Entre los psicotrópicos hay ansiolíticos y sedantes como el lorazepam y el diazepam, y barbitúricos como el fenobarbital.

A las 5:45 p.m. de este miércoles, el Ministerio de Salud confirmó la salida de servicio del sistema de receta digital que se presenta desde el lunes 6 de noviembre. Afirmó que la situación es ajena a su control.

Identificó a Racsa como empresa proveedora del sistema y explicó que la salida del servicio obedece a un incidente eléctrico en el Centro de Datos de Racsa, donde opera la infraestructura que soporta los sistemas informáticos.

Aunque la operación eléctrica se restableció, los equipos técnicos siguen atendiendo con prioridad la “importante afectación” que sufrieron los servicios para habilitarlos lo antes posible, aseguró el Ministerio de Salud en un boletín de prensa.

El presidente de la Asociación Costarricense de Psiquiatría aclaró que esta situación solo impacta las consultas privadas y no afecta a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Hasta el momento, Gólcher indicó que desconocen la causa del fallo que mantiene inoperativo el sistema de receta digital.

Como presidente de la Asociación Costarricense de Psiquiatría, Gólcher ya ha recibido llamadas de psiquiatras preocupados, por ejemplo, por la imposibilidad de recetar Ritalina a niños y adolescentes con déficit de atención.

Los pacientes también están angustiados, según dijo. Él ha recibido informes de varios a quienes les quedan pocos fármacos disponibles y necesitan una nueva receta para continuar su tratamiento.

Francisco Gólcher dijo que este problema podría descompensar a enfermos con padecimientos mentales quienes usan este tipo de fármacos.

Hasta ahora, la Asociación conoce de dos farmacias de clínicas privadas que reactivaron la recepción de las antiguas recetas de papel como medida de contingencia mientras se resuelve la caída del sistema de receta digital. Se trata de las farmacias de los hospitales Clínica Bíblica y La Católica.

El Ministerio de Salud tiene una Dirección de Regulación de Productos de Interés Sanitario, donde se registran los medicamentos, y una Junta de Vigilancia de Drogas, responsable de controlar el consumo de estos productos, explicó Gólcher.

Receta en papel

La receta digital para el despacho de estupefacientes y psicotrópicos funciona desde el 9 mayo del 2017 en Costa Rica para reforzar los controles en la distribución de este tipo de fármacos por parte de Salud.

Esta sustituyó los conocidos “recetarios verdes o azules”, que eran de papel, y se utilizaban para enviar medicinas a enfermos en especialidades como Psiquiatría o Cuidado Paliativo. El verde funcionaba para recetar psicotrópicos y el azul para estupefacientes.

El Sistema de Receta Digital está regulado en el decreto número 39984-S, del 9 de noviembre de 2016, en el “Reglamento de Utilización y Funcionamiento del Sistema Automatizado de Receta Digital de Psicotrópicos y Estupefacientes”.

El artículo 23 de ese reglamento es el que permite a los profesionales que prescriben estos medicamentos utilizar la receta de papel en casos como desastres naturales, hackeos o inhabilitaciones temporales que afecten el sistema de receta digital, explicó el fiscal del Colegio de Farmacéuticos, Mario Álvarez.

Esta posibilidad la confirmó el Ministerio de Salud. Según explicó en el boletín de prensa, el marco normativo establece que el médico prescriptor debe anotar al frente de la receta la situación por la cual se vio imposibilitado de hacerla digitalmente.

A la vez, advirtió, es responsabilidad del farmacéutico regente incorporar en ese sistema la información de la receta física que fue despachada, 24 horas después de restablecidos los servicios.