Tantas críticas llovieron sobre el proceso de reorganización interna del Ministerio de Salud que las nuevas autoridades decidieron detenerlo, para revisar la pertinencia de los cambios hechos hasta ahora.
La ministra de Salud, Giselle Amador Muñoz, reconoció que ese tema "ha creado mucho conflicto" y confirmó que tramita la firma de un decreto presidencial que les dará tres meses para revisar los resultados de esa reorganización.
La viceministra de Salud, Alejandra Acuña Navarro, agregó que este proceso tiene "más gente en contra que a favor". A esta funcionaria se le asignó la tarea de revisarlo.
"Hay una propuesta de decreto que ya la doctora Amador (ministra) firmó. Está en Casa Presidencial y vamos a esperar qué pasa cuando lo firme don Carlos (Alvarado, presidente de la República)", informó Acuña.
El Ministerio de Salud aprobó una reorganización administrativa para fortalecer su papel como ente rector, y hasta publicó un reglamento orgánico con la descripción de los nuevos puestos, en el alcance digital 273, del diario oficial La Gaceta, el 14 de noviembre.
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Entre los objetivos de esa reorganización, según ese nuevo reglamento, están los siguientes:
- Mejorar la eficiencia y eficacia de la gestión de ese ministerio.
- Contar con una estructura administrativa que responda a las necesidades actuales de la población.
- Evitar duplicidad de funciones y propiciar la coordinación.
- Fortalecer la rectoría técnica en áreas como salud, nutrición y deporte.
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Para esto, se crean unidades y se cambian nomenclaturas para afinar los perfiles de funcionamiento.
"Lo que hay que revisar es si ese cambio de nombre, de funciones y objetivos está cumpliendo con los objetivos de la rectoría", manifestó Acuña sin entrar en detalles.
En el Ministerio de Salud trabajan 2.468 personas entre empleados del nivel central, regional y local.
Según informó la anterior ministra, Karen Mayorga Quirós, en una entrevista con este diario en enero, los cambios no implicarían la creación de plazas y el traslado forzoso de funcionarios a otras unidades de trabajo.
En ese momento, Mayorga justificó la publicación de un transitorio que les daba seis meses para la aplicación gradual de las reformas.
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El Ministerio de Salud es el ente rector del sector. Debería ejercer un papel coordinador y de liderazgo ante instituciones como la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Instituto Nacional de Seguros (INS), Acueductos y Alcantarillados (AyA), y todos los proveedores de servicios de salud privados.
Sin embargo, tras el proceso de reforma de los años noventa, su protagonismo se ha debilitado, y las quejas llegan desde diferentes flancos por su falta de acción oportuna y eficaz ante problemas de salud pública como el manejo de desechos y la regulación de entes privados.
En el discurso de cambio de mando, Carlos Alvarado citó entre los siete ejes de su futura gestión a la salud, y en ella, el fortalecimiento de la rectoría del ministerio.