El Gobierno empezó a tocar la puerta de los diputados ya no con urgencia, sino con el discurso de una "emergencia fiscal", ante el déficit creciente y el eventual fracaso de la negociación de venta de bonos a China por $1.000 millones.
Una comitiva encabezada por el ministro de Hacienda, Helio Fallas, acompañado por la contralora general, Marta Acosta, el viceministro de la Presidencia, Luis Paulino Mora, así como los funcionarios del Banco Mundial Fabrizio Zarcone y del BID, Rodrigo Parot, se encargó de señalar una situación de emergencia a los verdiblancos el medio día de ayer.
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En este momento, el desvelo del ministro de Hacienda pasa por la falta de aprobación de nuevos tributos desde el Congreso, y las dificultades para conseguir que China compre los $1.000 millones en bonos de deuda tica que se empezaron a negociar en enero de este año, luego de la visita del presidente Luis Guillermo Solís a su homólogo del gigante asiático Xi Jing Pin en Pekín.
El jefe de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), Julio Rojas dijo que Fallas "sí mencionó que el tema está muy complicado, dijo que era muy difícil lograr el acuerdo y que hay que tener un plan B".
Actualmente China tiene el 1,7% del débito gubernamental tras la emisión de $300 millones adquiridos entre el 2008 y el 2009 a 12 años plazo , según Hacienda y el Banco Central, luego de la negociación secreta que llevó adelante el gobierno de Óscar Arias.
Ahora, siete años después, el Gobierno de Solís busca refinanciar el gasto público, desde salarios hasta funcionamiento de servicios públicos através de más bonos chinos, en momentos en que el mercado internacional exige a Costa Rica un interés más alto a cambio de comprar bonos de deuda costarricense, luego de perder su categoría de riesgo.
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Es decir, hoy por hoy, los tenedores de bonos de deuda cobran un interés más alto, lo que va en contra del plan de Hacienda de lograr una tasa baja.
El jefe verdiblanco reseñó que la cita giró en torno a los "temores y preocupaciones sobre" de lo que el ministro Fallas calificó como una "emergencia fiscal", de cara al 2016 y que se volvería insostenible en el 2018, en vista del aumento del déficit fiscal.
Rojas explicó que Hacienda expuso una situación grave e insostenible para los próximos años, en vista de la falta de recursos en el Gobierno, algo que, sumado a la ausencia de un acuerdo con China sobre la compra de bonos de deuda costarricense por ¢1.000 millones para el próximo año, agrava el panorama.
La cita, que no fue publicitada a los medios de comunicación, se repitió en las fracciones de la Unidad Social Cristiana (PUSC), el Frente Amplio (FA) y el oficialista Acción Ciudadana (PAC).
En todas las sesiones el discurso fue el mismo: la crisis no aguantará a 2018 si no se toman medidas inmediatas.
"Las reuniones fueron muy productivas, sentimos una apertura importante para escuchar nuestros planteamientos y buscar una salida conjunta a la realidad fiscal que enfrentamos. Como parte de nuestra propuesta, nos comprometimos a presentar a inicios de enero, una agenda de trabajo que incluya un cronograma de aprobación de proyectos durante el primer semestre del 2016. Lo anterior, considerando el poco margen que nos resta para buscar una salida pronta a esta problemática”, dijo Fallas a través de un boletín.
Por su parte, el jefe del PUSC, Johnny Leiva, advirtió que no daránm un apoyo abierto a nuevos impuestos, sino a reformas de control del gasto.
"Como lo denominó el ministro (Fallas) es una emergencia fiscal, lástima que hasta ahjora el ministro reconoce que esto es una emergencia fiscal, nosotros desde que entramos a esta Asamblea Legislativa hemos tenido esa preocupación", dijo Leiva, quien advirtió que no le darán el voto a nuevos impuestos hasta que el Gobierno no apruebe proyectos de contingencia del gasto.
Ante este escenario, el Gobierno espera contar con un salvavidas de parte del Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que aunque no llegaría a los $1.000 millones en bonos que se esperaban colocar en China, al menos servirían para cerrar el 2016.
Sin embargo, la anuencia del BM y del BID a prestar más dinero a Costa Rica está supeditado a la aprobación de reformas legales en materia fiscal, como la reforma del Impuesto de Ventas en Impuesto sobre el valor agregado (IVA), que por ahora no tienen ambiente en el Congreso.
Leiva recalcó que el tema del déficit se debe abordar por una reactivación de la economía y el freno al gasto para poder entrar a "analizar" el tema de nuevos impuestos.