La marcha de este martes fue un escenario pacífico de quejas, en donde no hubo diálogo ni propuestas, pero cada grupo social levantó su propia bandera de acuerdo con su causa.
En total, la Fuerza Pública contabilizó 27 lugares en los que hubo manifestaciones o bloqueos.
Así ocurrió en Grecia, San Ramón, Upala, Palmares y Ciudad Quesada (en Alajuela); en Siquirres, Guápiles y los muelles de Limón; en Buenos Aires, Palmar Norte, El Roble y el centro de Puntarenas; en Turrialba y en Cartago. También en la principal ruta de acceso a Heredia y en el centro de San José.
El resultado fue la suspensión de lecciones, citas médicas sin atender, conductores atrapados en diferentes vías y turistas que tuvieron que caminar por la autopista General Cañas para llegar al aeropuerto Juan Santamaría.
Las protestas comenzaron desde las 7 a. m. y finalizaron pasadas las 3 p. m., con el levantamiento del bloqueo de un grupo autodenominado “anarquista”, frente a la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. Derogar la ley de concesiones, criticar la corrupción, detener el proyecto de la nueva refinería, impedir la impunidad en casos como el crimen del ambientalista Jairo Mora y el derecho a la huelga, fueron parte de los estandartes de los grupos.
“Esta manifestación es una muestra de lo hartos que estamos los ticos”, expresó Beatriz Ferreto, presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza.
El ministro de Educación, Leonardo Garnier, admitió que hubo una importante afectación tras la suspensión de las clases.
La Fuerza Pública informó de que las marchas fueron pacíficas y no hubo ningún incidente en los diferentes puntos de encuentro.
En el caso de los servicios de salud, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) comunicó que la afectación más marcada estuvo en los hospitales México (la mayoría de los quirófanos permanecieron cerrados), San Vicente de Paúl en Heredia, Enrique Baltodano Briceño, de Liberia, y Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón.
En esos centros, los servicios de Nutrición, Enfermería, Estadística, Archivo y Consulta Externa fueron los más afectados, indicó la gerente médica de la CCSS, María Eugenia Villalta.
La institución reportó que, en términos generales, en cada área de salud no laboró entre el 2% y el 3% de los funcionarios.
Paralizados. Los diferentes grupos sindicales escogieron las principales vías cantonales y nacionales para hacer sentir su descontento.
La autopista General Cañas, la ruta 32 hacia Limón, la Circunvalación y la Interamericana Norte fueron algunas de las carreteras en las que cientos de conductores debieron lidiar con las presas.
En los cantones al occidente de Alajuela, los choferes tuvieron que jugar “al gato y al ratón” en procura de alguna vía para salir de Naranjo, Grecia, San Ramón y Palmares. También tuvieron inconvenientes los pasajeros del ferri de Paquera debido a dos bloqueos en carreteras aledañas. Al menos seis viajes no se realizaron.
German Marín, director de la Policía de Tránsito, manifestó que siempre hubo respuesta de los oficiales en procura de facilitar el desplazamiento de los conductores.
Marín agregó que aunque fueron muchos puntos donde hubo protestas, estos fueron “focalizados ”, por lo que el impacto no fue prolongado, excepto en la Circunvalación. En la capital, donde se concentró la mayoría de los manifestantes, el punto de encuentro fue la Asamblea Legislativa. La lluvia que cayó alrededor de la 1 p. m. dispersó a los grupos sociales.
Indígenas, personas con discapacidad y otras minorías reclamaron la falta de voluntad política de los diputados para ejecutar proyectos de ley que beneficien a la ciudadanía. También criticaron que el gobierno de Laura Chinchilla es una “administración sin rumbo”.
Al respecto, Chinchilla escribió en su cuenta de Twitter: “Mi agradecimiento a los más de 280.000 empleados públicos que hoy (ayer) sirvieron al país y trabajaron de manera ininterrumpida”.