En febrero de 2009, el país suscribió un crédito por $52 millones para la construcción de la vía entre Chilamate, en Sarapiquí, y Vuelta Kooper, en San Carlos. Sin embargo, más de siete años han pasado y la obra no está lista, ni el total del empréstito se ha utilizado.
Según el Ministerio de Hacienda, de ese préstamo, gestionado con la Corporación Andina de Fomento (CAF), solo se han empleado $42,2 millones.
Lo mismo ocurre con una línea de crédito, aprobada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en abril de 2009, por $300 millones, en la que el país se vio obligado a pedir una prórroga para ejecutar los dineros debido a la lentitud con la que avanzaban las obras.
De los $300 millones que el BID puso a disposición del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), se han ejecutado $286 millones, el plazo para usar esos recursos restantes vence en julio de 2017.
Estos fondos se destinaron a la nueva carretera entre Cañas y Liberia, el viaducto de Paso Ancho y el tramo entre Sifón y La Abundancia de la nueva vía a San Carlos, proyecto pendiente de concluir aún.
Estos dos préstamos forman parte de los $1.592 millones en créditos para infraestructura vial que el MOPT tiene activos, de los cuales solo se ha utilizado, a setiembre del presente año, $537 millones, es decir, el 33%.
Se trata de los empréstitos por $60 millones para caminos y puentes cantonales, $390 millones para la ampliación a cuatro carriles de la ruta 32 entre el cruce hacia Río Frío y Limón, $340 millones para los trayectos entre Cañas-Barranca y Paquera-Playa Naranjo y los $450 millones para Circunvalación norte, los puentes de la ‘platina’ y Saprissa, entre otros.
La mayoría de estas construcciones no se han iniciado, pues están varadas en etapas de licitación, expropiaciones o solicitud de permisos.
Pese al bajo porcentaje de ejecución, Carlos Villalta, ministro del MOPT, señaló que el rendimiento de Costa Rica es bueno si se compara el de otras naciones de la región.
“Hay curvas de desembolsos que están mapeadas en todos los países donde el Banco (BID) presta y usted dice: ‘¿Cómo van los préstamos de Costa Rica versus los préstamos que el Banco le da otros países?’ y usted se dará cuenta de que nosotros manejamos buenos estándares, lo que pasa es que esas cosas la gente no las ve”, comentó Villalta.
En octubre del año pasado, Marta Acosta , contralora General de República, criticó la lentitud con la que el MOPT dirige los créditos y expresó que la gestión es “para enojarse”.
Villalta agregó que en el caso del financiamiento para completar la ampliación de Cañas-Barranca y la rehabilitación de Paquera-Playa Naranjo, no tendrán tantos atrasos, ya que los diseños ya están listos.
Por último, reconoció que el Estado está llegando a un tope de endeudamiento y que si no se hace una reforma fiscal, no se podrán obtener más recursos de entidades financieras.
Deuda. La Dirección de Crédito Público de Hacienda calculó que los financiamientos para carreteras se cancelarán entre 2028 y 2037. Las tasas de interés oscilan entre un 1,85% y 6,40%.
La Nación solicitó que se indicará cuánto se pagará, al final de plazo, por el dinero prestado, pero al cierre de esta edición no se había entregado esa información.
Adicional a los $1.592 millones mencionados, el Gobierno tiene la opción de pedir otros $140 millones al BID para reparación de calles en los 81 cantones del país.
No obstante, el Poder Ejecutivo afirma que para tomar esa decisión, se deben terminar de ejecutar los $60 millones disponibles actualmente, de los cuales se han usado $32 millones. Esa posición contrasta con la de los municipios, los cuales, aseguran, que ya se puede emplear esa cartera.