Bruselas y Berlín. AP, EFE y AFP. Los gobernantes europeos compartieron ayer el enfado durante una reunión cumbre que quedó eclipsada por las versiones del extenso espionaje de Estados Unidos a sus aliados , situación que, de acuerdo con la canciller alemana, Ángela Merkel, rompió la confianza y socavó las cruciales relaciones transatlánticas.
“A los amigos no se los espía”, dijo Merkel al llegar a Bruselas, en tanto su ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, pidió que se aclare “completa y honestamente” el caso del presunto espionaje del teléfono celular de la jefa de Gobierno.
Las más recientes revelaciones de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos interceptó más de 70 millones de registros telefónicos en Francia y que pudo haber espiado el celular de Merkel suscitaron las críticas de parte de los gobernantes de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, Estados Unidos se mantuvo ayer firme en la opacidad con la que ha tratado desde un principio las revelaciones sobre la NSA y evitó aclarar si espió o no en el pasado un celular de Merkel.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, eludió la pregunta de si EE.UU. pinchó ese teléfono. “El presidente Barack Obama habló (el miércoles) por teléfono con la canciller Merkel y le aseguró que Estados Unidos no está supervisando ni supervisará las comunicaciones de la canciller ” .
A la pregunta de si tampoco las espió en el pasado, se limitó a señalar que su país no habla “públicamente” sobre “cada alegación de actividades de inteligencia” .
Entre amigos, no. Las declaraciones inusualmente fuertes de Merkel fueron indicio de que no quedó tranquila tras la conversación telefónica que sostuvo con Obama, ni con las garantías personales que le ofreció acerca de que la inteligencia estadounidense no espiaba en este momento sus llamadas.
“Estados Unidos y Europa encaran desafíos comunes. Somos aliados”, expresó la mandataria alemana. “Pero esta alianza solo puede ser cimentada en la confianza. Por eso repito: Nno puede darse el espionaje entre amigos”.
Otros gobernantes europeos que llegaron a la reunión de la UE también manifestaron su disgusto por el presunto espionaje. Para el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, es “totalmente inaceptable” que un país espíe al gobernante de un país aliado.
“Sería excepcionalmente grave” que resultaran ciertas las versiones periodísticas de que fue espiado el teléfono celular de Merkel, consideró el jefe de Gobierno holandés Mark Rutte.
“Queremos la verdad” , manifestó el primer ministro italiano Enrico Letta. “No es concebible en lo más mínimo que pudiera ser aceptable esta actividad” , declaró a los medios de comunicación.
Actualmente refugiado en Rusia, que le concedió asilo político durante un año, el estadounidense Edward Snowden , exconsultor de laAgencia Nacional de Seguridad, es el responsable de esta catarata de revelaciones de espionaje –que también han tocado a América Latina, sobre todo a México y Brasil– que deja en posición delicada al presidente Obama.
En aras de evitar la repetición de una situación similar, Francia y Alemania acordaron ayer en Bruselas impulsar la negociación con Washington de un marco de cooperación sobre las prácticas de los servicios secretos.
El objetivo de esa iniciativa será “establecer reglas para el futuro” , indicó el presidente francés, François Hollande, en una conferencia de prensa. La iniciativa –agregó– está también abierta al resto de países europeos que quieran unirse.