Rudy Giuliani, exabogado personal de Donald Trump, pidió este jueves declararse en bancarrota, pocos días después de ser condenado a pagar más de $148 millones por difamar a dos agentes electorales en 2020.
En su solicitud de bancarrota, el exalcalde de Nueva York declara bienes por hasta $10 millones y un pasivo de hasta $500 millones.
La mayor de sus deudas son los $148 millones que un jurado federal de Washington le ordenó pagar el 15 de diciembre a Ruby Freeman y a su hija Wandrea “Shaye” Moss por hacer repetidamente afirmaciones falsas de que participaron en el fraude electoral de 2020.
La petición de bancarrota del Capítulo 11 presentada ante un tribunal de bancarrota de Nueva York también enumeró deudas que van desde los cientos de miles a los millones de dólares con el Servicio de Impuestos Internos, las autoridades fiscales de Nueva York y sus ex abogados y contadores.
Además se registraron cantidades “desconocidas” adeudadas a Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, y a las empresas de máquinas de votación Dominion y Smartmatic. Hunter Biden, Dominion y Smartmatic han presentado demandas contra Giuliani. Están en curso.
Giuliani, de 79 años, fue declarado responsable en agosto por la jueza de distrito Beryl Howell de difamar a Freeman y Moss, ambas trabajadoras electorales del condado de Fulton, con sus mentiras sobre las elecciones de 2020 en nombre del expresidente Trump.
Un jurado federal de ocho personas concedió a Freeman y Moss más de $16 millones a cada una por difamación, $20 millones a cada una por angustia emocional y $75 millones en daños punitivos.
Giuliani, que dirigió los esfuerzos legales de Trump para anular los resultados de las elecciones, publicó un vídeo del par en el que se les acusaba falsamente de haber cometido fraude durante el recuento de votos y se hacían otras numerosas afirmaciones infundadas sobre ellas.