La producción del país reportó un estancamiento durante el primer trimestre del 2020, cuando se presentaron los primeros efectos de la pandemia del coronavirus en la economía global y la costarricense.
El producto interno bruto (PIB) tuvo una relevante desaceleración, pues aumentó 0,8%, entre enero y marzo pasado, comparado con el mismo periodo del 2019, según la serie de tendencia de ciclo, la cual excluye los factores estacionales o coyunturales en la economía de Costa Rica.
La información, publicada este 30 de junio en el sitio web del Banco Central de Costa Rica (BCCR), muestra que el crecimiento del PIB, en el primer trimestre de este año, cortó una tendencia de aceleración que se había iniciado desde comienzos del 2019.
Incluso en el trimestre anterior (el cuarto de 2019), el crecimiento interanual llegó a ser de 2,9%.
El comportamiento de la producción fue ligeramente mayor a la previsión hecha por el BCCR, en mayo pasado, en su Informe de Política Monetaria.
En ese momento, el ente emisor estimó que el PIB real sería de 0,5% al primer trimestre de este año.
La institución monetaria destacó, en dicho documento, que la menor demanda interna era la razón del menor crecimiento, en especial por la baja en el consumo de los hogares, el gasto del Gobierno y la inversión de las empresas.
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Tal situación se plasmó en el resultado de las cifras definitivas en el primer trimestre del presente año. Por ejemplo, el consumo final de los hogares reporto un crecimiento del 1%.
En tanto, el gasto del Gobierno decreció 1,5% y la formación bruta de capital lo hizo en -4,2%, según la información del BCCR. Se trata de la inversión efectuada por empresas en activos fijos producidos o adquiridos, por ejemplo la realizada en maquinaria.
Por actividad económica, los sectores con el mayor retroceso fueron la construcción, el comercio y las actividades vinculadas con el turismo.
La construcción registró una variación interanual de -11,6% al primer trimestre de este año, aunque el sector se mantiene en terreno negativo desde el 2019.
En el caso del comercio la contracción fue de 2% y en las actividades de alojamiento y restaurantes fue de 6,8%, según el BCCR.