Bayer prepara ajuste ‘significativo’ en su planilla tras registrar pérdidas en 2023

“Estamos rediseñando Bayer para centrarnos sólo en lo que es esencial para nuestra misión y deshacernos de todo lo demás”, anunció el consejero delegado de Bayer, Bill Anderson, quien asumió la dirección de la compañía el pasado mes de junio.

En este sentido, el ejecutivo adelantó que, a finales del próximo año, Bayer eliminará múltiples niveles de gestión y coordinación, subrayando que el 95% de la toma de decisiones pasará de los gerentes a las personas que realizan el trabajo.

“Aunque esto incluirá una reducción significativa de la fuerza laboral, no es un programa tradicional de reducción de costes,” apuntó Anderson, añadiendo que, en la próxima junta de accionistas se propondrá un nuevo sistema de remuneración del consejo de administración que estará más estrechamente alineado con la evolución a largo plazo del precio de las acciones de la compañía.

Por otro lado, el consejero delegado de Bayer anunció que la empresa está analizando sus “opciones estructurales” para lo que está revisando las condiciones del mercado, lo que significarían los cambios estructurales para la creación de valor, los costes únicos y las faltas de sinergia, los flujos de efectivo y los índices de apalancamiento, las fugas de impuestos y otros criterios.

En términos de opciones estructurales, más allá de mantener tres divisiones, se sigue evaluando la separación de Consumer Health o Crop Science, apuntó, precisando que ya se descartaron opciones, como la de dividir la empresa en tres negocios simultáneamente.

“Estamos descartando esa opción. Una división a tres bandas requeriría un proceso de dos pasos”, comentó. Anderson indicó que se compartirán más detalles al respecto en marzo de 2024, durante el Día del Mercado de Capitales, junto con la publicación del informe anual y las previsiones para 2024.

Resultados

Por otro lado, Bayer informó este miércoles de que en los nueve primeros meses de 2023 registró pérdidas de $4.571 millones (unos 4.278 millones de euros), en contraste con las ganancias de $3.781 millones registradas en el mismo periodo del año anterior como consecuencia del impacto de atípicos.

En este sentido, la multinacional contabilizó hasta setiembre un impacto adverso excepcional de $7.718 millones por el deterioro de activos del negocio agrícola como consecuencia de las subidas de los tipos de interés, incluyendo un efecto negativo de $4.597 millones en el tercer trimestre.

Las ventas de Bayer hasta setiembre alcanzaron los $38.225 millones, un 7,6% menos que en el mismo periodo de 2022. Se destaca un descenso del 10% de la facturación del negocio agrícola (CropScience), hasta $18.848 millones, a la par que el área farmacéutica, que disminuyó un 6,2% sus ventas, hasta $14.426 millones, mientras que el negocio de medicamentos sin receta facturó un 2,3% menos, hasta $4.753 millones.

De su lado, el resultado bruto de explotación (Ebitda) antes de elementos excepcionales hasta setiembre alcanzó los $9.277 millones, lo que supone un descenso del 21,4% respecto de la cifra contabilizada en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Entre julio y setiembre, Bayer registró pérdidas de $4.881 millones (unos 4.569 millones de euros(, frente al beneficio neto de $583 millones en el mismo trimestre del año pasado, mientras que sus ventas disminuyeron un 8,3%, hasta $11.050 millones.

“Los resultados fueron en gran medida los que esperábamos, sabiendo que el tercer trimestre nunca es nuestro mejor trimestre”, afirmó el consejero delegado de la multinacional de Leverkusen, a pesar de esto Bayer confirmó sus previsiones para el conjunto del año. “Sabemos que esto requiere un cuarto trimestre sólido. Estamos completamente concentrados en lograr exactamente eso, y el equipo confía en nuestra perspectiva”, añadió Anderson.