La empresa Alimentos Prosalud, conocida como Sardimar, incrementó 25% la producción de atún, por la mayor demanda debido al impacto de las medidas por la pandemia de la covid-19, entre febrero y agosto.
La mayor producción del alimento en conserva llevó a esa industria a la necesidad de contratar a 307 personas adicionales para su planta en Barranca, Puntarenas.
Las contrataciones para la planta de proceso se realizaron en los últimos tres meses, destacó la Cámara Costarricense de la Industria Atunera (Catún).
En la instalación de Puntarenas se procesa el 98% del pescado de esa variedad que se industrializa en Costa Rica, explicó el director ejecutivo de Catún, Asdrúbal Vásquez.
Según el representante empresarial, el incremento en los pedidos se suscita por mayor demanda en el mercado interno y por las exportaciones a Centroamérica y Estados Unidos. Esto, aunque Prosalud exporta atún a 22 países del mundo, ubicados en Norteamérica, Centroamérica, la Unión Europea (UE), el Caribe, Asia y Suramérica.
El portal estadístico de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer) reporta un notable incremento del valor de las exportaciones de preparaciones y conservas de pescado, las cuales casi en su totalidad son atún.
En los primeros siete meses de este año el ingreso por colocaciones en el exterior de esa partida ascendió a $27,7 millones, mientras que entre enero y julio del 2019 se generaron $20,13 millones y en igual periodo del 2018 la suma fue de $18,49 millones.
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Por su parte, Víctor Pérez, director comercial de Grupo Calvo, una empresa que coloca en el mercado costarricense el producto importado de su planta en El Salvador, confirmó que en su caso perciben un aumento promedio del 10% en la demanda.
Agregó que en tiendas pequeñas y medianas y no tanto en las grandes es donde se estima un aumento de compras cercano al 5% respecto al periodo anterior a la pandemia. Pero el mayor aumento se presentó en la demanda del Gobierno, el cual incrementó la entrega de “diarios” o paquetes de alimentos a las familias.
Una situación parecida se presenta en Centroamérica. Por ejemplo, en El Salvador, el Grupo Calvo no pudo suplir todo el incremento en la demanda del Gobierno y, según entiende Pérez, Costa Rica suministró el alimento.
Vásquez explicó que desde febrero pasado la ministra de Economía, Industria y Comercio (MEIC), Victoria Hernández, le solicitó a Catún realizar los esfuerzos necesarios para garantizar el abastecimiento de este producto en mercado local, en previsión del impacto de la pandemia.
La industria, resaltó, se preparó en ese sentido, pero igualmente se comenzó a sentir un incremento en la demanda internacional, en particular para Centroamérica y para Estados Unidos. Ese aumento fue más notorio a partir de marzo y, entonces, se abrió la contratación de nuevo personal.
A final de este 2020 la estimación es terminar con una exportación de 6.000 toneladas de atún, conforme con ese incremento del 25% en las colocaciones, explicó el dirigente.
El Grupo Calvo considera que se terminará el año con un incremento estimado de la demanda del 7% en el mercado local costarricense.
Buenas expectativas
Es de esperar, continuó Vásquez, que en los próximos meses puede seguir en aumento la importación de Estados Unidos, por lo que –de mantenerse la tendencia– se tengan que incrementar horas extra a los actuales trabajadores de la industria o se contraten entre 50 y 75 empleados adicionales.
En el caso del Grupo Calvo, su principal mercado de exportación es Europa. La compañía prevé un aumento de las compras de aquel mercado de entre 5% y 10% al finalizar este año.
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La tendencia de aumento en el consumo de atún en tiempo de pandemia se debe a la facilidad con la cual se puede consumir este pescado en conserva y a la gran cantidad de formas de utilización, recordó Vásquez. Además, por la facilidad de almacenamiento de las latas.
Pérez añadió la facilidad de preparar diversos platillos, más allá del arroz con atún, entre ello los caracoles con ese producto del mar o incluso las pizzas.
De acuerdo con Catún, este incremento de producción también ha sido posible por la colaboración de la flota atunera, integrada actualmente por tres o cuatro barcos con bandera nacional, pues cuentan con licencia para este tipo de pesquería.
Catún recordó que las condiciones se cambiaron hace cuatro años. Anteriormente a ese periodo la flota oscilaba entre 23 y 24 barcos atuneros, pero se debía a que no estaban obligados a entregar todos sus volúmenes en Costa Rica.
Desde hace cuatro años, toda la pesca de un barco con licencia de Costa Rica debe descargarse en territorio nacional. Se está realizando en Caldera y como los contratos son de largo plazo y hay una buena relación comercial con Prosalud, los atuneros trabajaron para elevar el volumen de capturas.
Las aguas territoriales de Costa Rica tienen muy buena riqueza atunera, aparte de que las embarcaciones pueden realizar capturas en aguas internacionales y descargarlas en Costa Rica. Esto último se autoriza en vista de que las especies atuneras son altamente migratorias.