El Ministerio de Hacienda realizará un nuevo intento por frenar la evasión de impuestos entre los profesionales liberales.
Esta vez se le pedirá a quienes en este grupo de trabajadores generen dudas sobre su declaración, que rectifiquen la información aportada.
Se escoge a personas que tienen propiedades de alto valor, o que han comprado vehículos de lujo y que en su formulario de impuestos reportaron que no tuvieron ganancias y por lo tanto no pagaron nada. Además, a los que presentaron desproporcionados gastos financieros.
Fernando Rodríguez, viceministro de Hacienda, explicó que los profesionales recibirán un correo electrónico de parte del Ministerio de Hacienda, mediante el cual se les pedirá rectificar la declaración.
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Rodríguez también indicó que el próximo año contratarán una empresa para cruzar grandes bases de datos y obtener posibles evasores.
Grupo complicado. El exdirector de Tributación, Adrián Torrealba, opinó que la medida aumenta el riesgo de incumplimiento, elemento central para mejorar el pago voluntario del impuesto.
Alan Saborío y Francisco Villalobos, también exdirectores de Tributación, recordaron esfuerzos pasados que resultaron con muy pocos frutos.
Saborío comentó que en todos los planes anuales de fiscalización se tiene al sector de profesionales liberales como prioritario.
“Sí se han hecho otros planes; los resultados, según la Contraloría General de la República, no han sido halagüeños”, destacó por su parte Villalobos.
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En el 2008, por ejemplo, se aplicó un control preventivo, donde se le informaba al contribuyente sobre la amplia información que Tributación tenía sobre ellos.
El último informe que hizo la Contraloría sobre el pago de renta del sector profesional liberal, en el 2010, encontró que pagaron, en promedio y de forma individual, apenas ¢17.000 al mes de impuesto sobre la renta correspondiente al periodo 2009, mientras que un asalariado que recibió ¢1.000.000 en ese mismo año, pagó ¢41.650 al mes en el tributo.
Villalobos explicó que hay algunos profesionales cuyo control es más sencillo, pues la mayoría de sus clientes si declaran los pagos que les hacen como deducibles, por ejemplo, los abogados.
Sin embargo, otros no, como los médicos, pues no hay incentivo para que sus pacientes declaren lo que les han pagado.
En el proyecto de ley del Impuesto al Valor Agregado se propone aplicar el tributo completo a las consultas médicas (actualmente están exentas). En caso de que la persona cancele con tarjeta de crédito o débito, se le devolvería todo lo pagado.
La diferencia es que queda el registro del movimiento.