San José
La descoordinación entre la legislación y la viabilidad presupuestaria de las propuestas pone en aprietos al Gobierno, cuando se trata de asignar más recursos.
Uno de estos casos es el de la Educación, que debería recibir el 8% del Producto interno bruto(PIB). Sin embardo, todavía no podrá recibirlo, pues de momento el Gobierno maneja un alto nivel de déficit fiscal.
Para Luis Guillermo Carpio, rector de la Universidad Estatal a Distancia y presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare), esta divergencia es la que finalmente imposibilita la ejecución de más recursos para el sector.
"Es un logro llegar al 8% del PIB para la Educación, pero no se dice cómo lograrlo. Es ahí donde se queda debiendo. Se necesita analizar los pasos para llegar a eso", comentó.
Según el académico, en las universidades aspiran a ser parte de ese 8% del PIB. "Estamos en la disposición de seguir en el plan país, con un desarrollo basado en la Educación", manifestó.
También, el funcionario agregó que para lograr esta aspiración todos los sectores de la sociedad deben ponerse en sintonía con el mismo objetivo.
Isabel Román, coordinadora del Estado de la Educación, explicó que el incumplimiento de las metas podría implicar la pérdida de oportunidades para ejecutar políticas que den un empujón estratégico a la educación; sin embargo, el cumplimiento genera debate entre varios sectores, pues podría repercutir sobre el crecimiento.