A finales de mes, tres países latinoamericanos contarán con la primera generación de guardaparques debidamente capacitados en asuntos relacionados con el mar.
Veintiún vigilantes de Costa Rica, Panamá y Colombia se encuentran en la Academia Nacional de Guardacostas, en Quepos, capacitándose en navegación, mantenimiento de embarcaciones, vigilancia, rescate y delitos ambientales.
Ellos asisten al primer curso de operaciones básicas para guardaparques marinos, un esfuerzo de varias instituciones por profesionalizar a los funcionarios que laboran en estas áreas marinas, que en el caso de Costa Rica comprenden 14.282 kilómetros cuadrados.
“Nos dimos cuenta de que el guardaparques necesitaba conocimientos básicos en navegación, motores fuera de borda y otros temas para ejercer mejor sus funciones. Son muchachos con gran sentido de servicio, le ponen muchísimo corazón a lo que hacen, pero también requieren de formación especializada”, destacó José Rodríguez, coordinador del curso y consultor de Fundación MarViva.
Los estudiantes son 14 de Costa Rica, 5 de Colombia y 2 de Panamá. El curso lo coordinan MarViva y el Servicio Nacional de Áreas de Conservación. Cuenta con el apoyo de ProParques, Universidad de Cooperación Internacional (UCI), Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar-UCR), Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y Servicio de Guardacostas, Ministerio de Seguridad Pública.
Funcionarios de mar. Los participantes inician su jornada a las 5 a. m., con un entrenamiento físico. Posteriormente, combinan las clases teóricas con prácticas.
El curso consta de ocho módulos que abarcan ciencias náuticas, estrategias de control y vigilancia, mantenimiento de motores fuera de borda, legislación ambiental, biología y ecosistemas marinos, embarco, primeros auxilios, rescate y seguridad acuática, así como manejo del turismo en áreas marinas protegidas.
Durante las noches reciben charlas magistrales sobre narcotráfico, pesca de arrastre, ordenamiento marino, calentamiento global e incluso participan de cine foros que propician el intercambio de experiencias entre los funcionarios.
Al final del curso, los participantes recibirán dos certificados: uno por parte de la UCI y otro que entregará la Cruz Roja Internacional por la capacitación en rescate marino y primeros auxilios.
“Ahora, tenemos más herramientas y nuevos conocimientos para poner en práctica el plan de protección que tenemos en el refugio de vida silvestre. Ahora nos toca transmitir ese conocimiento a los otros compañeros para así mejorar el trabajo ambiental que hacemos”, manifestó Óscar Gutiérrez del área Cipancí, área protegida colindante con el Parque Nacional Palo Verde.
“En el sentido formal, esta sería la primera generación de guardaparques marinos”, expresó Rodríguez, quien agregó que la idea es que el curso sea anual. Así, en cinco años, estos tres países puedan contar con 50 profesionales capacitados en el manejo de áreas marinas.