Brasilia. Brasil anunció ayer un duro plan de ajuste fiscal, que prevé ahorrar $18.000 millones, dirigido a advertir a los inversores que está dispuesto a defender su economía de los especuladores a cualquier precio.
El paquete de 51 medidas -dadas a conocer por el ministro de Planeamiento, Antonio Kandir- incluyeron aumentos de impuestos e incentivos a las exportaciones.
El paquete contiene, además, la dimisión de 33.000 burócratas no estables, extinción de 70.000 cargos no cubiertos y reducción de 15 por ciento en los gastos federales en 1998, con excepción de las áreas de salud, educación y reforma agraria.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, y el visitante presidente de Argentina, Carlos Ménem, expresaron de inmediato su apoyo a las medidas, que respondieron a la crisis que viven los mercados mundiales.
Brasil fue particularmente golpeado por la turbulencia iniciada en los tigres del sureste asiático, con fuertes caídas de sus bolsas y presiones sobre la moneda de esta nación, el real.
El Banco Central había duplicado la tasa preferencial de rédito hasta 43 por ciento y utilizó parte de las reservas internacionales de $62.000 millones para afrontar los ataques contra el real.
Esta nación adoptó en julio de 1994 el llamado Plan Real de Estabilización, que redujo la inflación desde el 5.000 a menos del 5 por ciento mensual y mantuvo estable la nueva moneda, del mismo nombre; sin embargo, la debilidad de sus cuentas y la demora en reformas constitucionales en las áreas de previsión social y administración mostraron flancos débiles del -por otra parte- sólido programa.
Las medidas
Algunas de las medidas emitidas ayer por el gobierno de Fernando Henrique Cardoso para enfrentar la crisis de los mercados financieros internacionales:
- Reducción de $500 a $300 en las compras de las tiendas libres de impuestos en los aeropuertos por dos años: 1998 y 1999.
- Aumento de $18 a $90 de la tasa de embarque en los aeropuertos internacionales.
- Restricciones al equipaje y aumento de precio para el exceso.
- Eliminación de la exoneración de impuestos para entidades educativas, deportivas y de salud.
- Límite del 20 por ciento para deducciones en el impuesto de renta.
- Aumento de impuestos sobre automóviles y bebidas (no se ha determinado el porcentaje de incremento).
- Reducción del 5 por ciento en los gastos de personal y prohibición de nuevas contrataciones.
- Reducción de los incentivos fiscales, que representa $500 millones.
- Aumento de contribuciones e impuestos representará ingresos de $1.300 millones.
- Corte en los gastos del Estado del 15 por ciento y del 6 por ciento en las inversiones.
- Ajustes de $10.700 millones para el gobierno federal.
- Ajustes de $4.300 millones en las empresas estatales.
- Privatización de algunas carreteras federales.