Susana Jiménez entró a los scouts hace 7 años, cuando apenas comenzaba el colegio. Ella asegura que este grupo la ayudó a pasar una adolescencia feliz y más segura.
“Yo era muy tímida cuando entré a los scouts, pero el compartir, aprender y estar en contacto con gente de diferentes edades y de todas partes me hizo más segura, primero, para participar en clases en el colegio, y después para tomar puestos de liderazgo”, expresó la joven, quien estudia Dirección de Empresas y Contaduría Pública.
Este caso es bastante representativo, según los expertos.
Para Alberto Morales, director de la Clínica del Adolescente del Hospital Nacional de Niños (HNN), este tipo de grupos juveniles (como equipos deportivos, pastorales juveniles, bandas, coros o hasta clubes de fans) “protege” la salud emocional de los jóvenes y hace que sean menos propensos a deprimirse, o a entrar en conductas agresivas como anorexia, bulimia, drogadicción o dejar los estudios.
“El formar parte de un grupo en la etapa adolescente es fundamental, a veces es más importante que la propia familia. Todo está en cuál es el tipo de grupo. Si su autoestima es buena, se siente querido por la gente cercana, probablemente se junte con grupos positivos, que hacen cosas parecidas, que hacen cosas buenas para su desarrollo”, explicó Morales.
“Pero si su autoestima es baja, no tiene afecto, es víctima de violencia, buscará grupos donde las personas están pasando por lo mismo, y no le permiten crecer con maduración positiva y podrían meterlo en más problemas”.
Familia vital. Aunque el apoyo de grupos juveniles es muy fuerte. Morales indica que nada sustituye a la familia en esta etapa.
“Es falso eso que se dice de que como el padre está muy ocupado como para darle mucho tiempo a sus hijos entonces les da tiempo de calidad. El adolescente también necesita cantidad de tiempo”, aseveró el especialista.
“Recomendamos compartir al menos un tiempo de comida al día en familia. Así también se pueden prevenir otras cosas, como trastornos en la alimentación”, agregó.
Allan Rímola, director de la Secretaria de Salud Mental del Ministerio de Salud opina igual: “Los grupos de gente de la misma edad pueden ser muy importantes, pero el apoyo de una familia es muy necesario, es el primer grupo social que tenemos y el más importante”, aseveró.
Los especialistas llamaron a los padres a pasar tiempo con sus hijos, y si los ven actuar distinto (ira o tristeza) durante más de dos semanas, buscar ayuda profesional.