Washington AFP La agencia espacial estadounidense (NASA) anunció que renuncia a reparar el telescopio espacial Kepler, dedicado a la búsqueda de planetas similares a la Tierra en otros sistemas solares, pero prevé utilizarlo para otros fines científicos.
Dos de los cuatro giroscopios que permiten al telescopio apuntar a una dirección específica en el cielo dejaron de funcionar, el primero en julio del 2012 y el segundo en mayo del 2013.
Todos los intentos de reparación fueron infructuosos. Kepler requiere por lo menos tres de estos giroscopios para realizar sus observaciones.
Los científicos procuran ahora utilizar el telescopio, sus motores orbitales y sus dos giroscopios que están aún en funcionamiento, para otros programas científicos, como buscar asteroides e incluso algunos exoplanetas (los que no forman parte del sistema solar).
Kepler costó $600 millones y fue lanzado en el 2009 para escrutar, durante al menos cuatro, años más de 100.000 estrellas similares al Sol, situadas en las constelaciones de Cygnus y Lyra, en la Vía Láctea.
Su misión había sido prorrogada en noviembre de 2012, después de la recolección de una gran cantidad de datos que los expertos obtendrán a lo largo de los próximos dos años. Ya fue confirmada la existencia de 135 exoplanetas y se han identificado más de 3.500 potenciales candidatos a partir de esa información.
“Kepler ha hecho extraordinarios descubrimientos, entre ellos varios exoplanetas más grandes que la Tierra situados en la zona habitable, es decir, ni demasiado cerca ni demasiado lejos de su estrella, donde las temperaturas permiten que el agua sea líquida y donde puede existir vida”, dijo John Grunsfeld, director general adjunto de misiones científicas de la NASA.
“Si consideramos que Kepler ha recogido con éxito todos los datos que esperábamos en su misión original, estoy seguro de que nos ofrecerá otros hallazgos sorprendentes”, dijo William Borucki, principal científico de la misión Kepler.
Asimismo, Borucki agregó: “Los descubrimientos más interesantes vendrán en los próximos años con el análisis de todos los datos recolectados. Podremos entonces responder a las preguntas en el origen de Kepler, como si los planetas similares a la Tierra en la zona habitable son comunes o raros en nuestra galaxia”.
Según él, la misión Kepler “es muy importante para comprender nuestra galaxia y si la vida podría existir en otros lugares”.