Para hacer frente a la necesidad de tener un sistema de transmisión de datos en el espacio más rápido, la NASA prepara un salto tecnológico desde las comunicaciones por radiofrecuencia habituales a las comunicaciones ópticas, ya sea con satélites próximos a la Tierra o con naves en vuelos interplanetarios.
Los ingenieros aspiran a lograr una especie de Internet de alta velocidad en el espacio.
El desarrollo de esta tecnología va poco a poco, el último logro fue un récord de transmisión de datos a 622 megabits por segundo, con un haz láser de pulsos, desde una sonda en órbita de la Luna. El récord anterior era de 150 megabits.
El experimento de comunicaciones se llama LLCD ( Lunar Laser Communication Demostration ) y se hizo con un terminal que lleva la sonda automática LADEE, en órbita lunar, a 384.000 kilómetros.
En sentido opuesto, desde la Tierra a la nave, se ha logrado transmitir 20 megabits por segundo (libre de fallos) desde una estación en Nuevo México a la sonda lunar.
También la Agencia Europea del Espacio (ESA) está implicada en el experimento, y hace ensayos desde Canarias.
“El LLCD es el primer paso hacia la construcción de la nueva generación de sistema de comunicaciones espaciales”, señala Badri Younes, responsable en la NASA de comunicaciones espaciales.
Estos experimentos están basados en desarrollos tecnológicos del Laboratorio Lincoln del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y del Jet Propulsion Laboratory (JPL).
Desde que empezó la aventura espacial, las comunicaciones se han hecho con radiofrecuencia.
Sin embargo, se está llegando a un límite debido a la creciente demanda de capacidad de transmisión de datos. Las comunicaciones láser deben permitir, en el futuro, incrementar la recepción de imágenes de alta resolución y videos en 3D desde las sondas espaciales con una velocidad de transmisión entre 10 y 100 veces mayor.
La agencia debe mejorar la transmisión de datos con artefactos en órbita cercanos a la Tierra. Este tipo de comunicaciones ópticas puede convertirse en el esqueleto de la siguiente generación de la red de datos TDRS de la NASA.
El siguiente paso será un ensayo de larga duración denominado LCRD ( Laser Communications Relay Demostration ) que se lanzará en 2017. Será un experimento con equipos instalados en un satélite y consistirá en dos módulos que usarán láser para enviar información a dos estaciones en tierra, una en California y otra en Nuevo México, hasta a 1,25 gigabytes por segundo.
Pero los ingenieros tienen aún retos, como rebajar el costo del sistema, y garantizar el apuntado preciso y constante, ya que un haz emitido en la Luna, cuando llega a la Tierra, cubre solo un área de seis kilómetros (con radiofrecuencia esto no es problema porque se dispersa mucho más). Y cuanto más lejos esté la sonda espacial, más problemático resulta mantener el sistema apuntado con precisión.