El Ministerio de Salud no tiene datos exactos de cuántas mujeres se colocaron implantes PIP en hospitales o clínicas privadas, pero estima que se trata de unas 100.
La ministra, Daisy Corrales, dijo que desde el 2009, cuando se dio la primera alerta preventiva en el país, los médicos de algunos centros recibieron una orden sanitaria que los obligaba a mantenerse vigilantes de estas pacientes.
“No se ha hecho un seguimiento expreso sobre el tema, pero los centros privados tienen una orden sanitaria que deben cumplir. En estos días nos reuniremos con ellos para pedirles que también valoren a sus pacientes y tomen las medidas del caso”, manifestó Corrales.
La solución. El Ministerio solicita a las mujeres que se pusieron siliconas PIP en centros privados que hablen con su médico y se examinen para ver si es recomendable la reposición de la prótesis.
Eliécer Quirós, cirujano reconstructivo del Hospital San Juan de Dios, señaló que los hospitales de la CCSS también podrán valorar a quienes se hicieron los implantes en centros privados.
“Si usted se puso implantes PIP hace unos años y su situación económica cambió y ya no puede pagar una reposición, en la CCSS valoraremos el caso y les podríamos reponer los implantes”, dijo.
Zeirith Rojas, gerente médico de la CCSS, señaló que se analizará la situación de las pacientes, tanto de centros públicos como las provenientes de hospitales privados, antes de asignar las citas para el cambio del implante.
“Todo implante tiene una vida útil, por lo que, en teoría, comenzaremos con las mujeres que llevan más tiempo con él, pero eso también dependerá del estado de salud de cada paciente”, explicó.
Se estima que entre 400.000 y 500.000 mujeres llevan los implantes PIP en todo el mundo.